Los colegios se temen lo peor
La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) se ha convertido en un verdadero azote de los colegios profesionales. La semana pasada, aprovechando un análisis muy critico con el contenido de los estatutos de tres de ellos, volvió a pedir al Gobierno que "con urgencia" apruebe una ley estatal de servicios profesionales que delimite claramente qué actividades han de tener colegiación obligatoria y cuáles no. La CNC no se anda por las ramas y ha acusado claramente a estas entidades de obstaculizar la competencia entre los profesionales. Los colegios se temen lo peor para después del verano y que el Gobierno aparezca con un proyecto de ley extremadamente liberalizador. Si abre esta vía, el Ejecutivo tendrá garantizado otro frente, uno más, de tensión.