Un banquero que habla muy claro
El presidente de Popular empezó su carrera meteórica con una suplencia de verano.
La claridad con que se expresa Ángel Ron (Santiago de Compostela, 1962) es una de las señas de identidad del que se convirtiera en el presidente más joven de un banco español en 2006. Su meteórica carrera en Banco Popular, sin embargo, comenzó en 1984, cuando, a punto de licenciarse en Derecho, realizó una suplencia de verano en la dirección general de Galicia. Su gestión en los más diversos puestos, desde la dirección regional de Asturias-Cantabria a la red comercial del grupo, le granjeó la confianza de los hermanos Javier y Luis Valls, sobre cuyos hombros descansó el banco entre 1989 y 2004. Fue este último año cuando Ron pasó a sustituir a Luis Valls como presidente ejecutivo, consagrándose como delfín de la familia y pasando a liderar el consejo de administración del grupo a la muerte del banquero, dos años después.
Hombre de la casa, Ron siempre ha defendido la independencia de la entidad del Opus Dei, en cuya órbita suele adscribirse la entidad, dada la fuerte presencia de sus miembros en los máximos órganos de gobierno. "No influye para nada y dudo que haya influido en el pasado, no sé si es o no cliente", declaró Ron al ser nombrado presidente.
Al mando de Popular, Ron ha hecho equilibrios para trabajar en la modernización y el crecimiento de la entidad, sin perder su marca e independencia. Entre otros logros en su haber está el acuerdo con Crédit Mutuel para crear Targobank, la alianza estratégica con Allianz o la oferta pública de adquisición de Banco Pastor, el pasado otoño.
Una apuesta, la de efectuar esta fusión a pulmón, que ha topado con el aluvión de exigencias adicionales de saneamiento impuestas por el Gobierno. Superar los baches sin tropiezos ni ayudas es un reto que requerirá de la templanza que le atribuyen a Ron sus allegados.
Casado con una compañera de la universidad, con la que tiene dos hijos, Ron es a la vez heredero de la banca tradicional, por el legado de los Valls y de su padre -empleado de Hijos de Olimpio Pérez, que luego fue Banco Gallego- y exponente de una nueva generación de banqueros.
