Monti teme una posible quiebra de la región de Sicilia
El primer ministro de Italia, Mario Monti, ha expresado sus "serias preocupaciones" ante la posibilidad de que la región de Sicilia entre en quiebra, según ha reconocido el primer ministro en un comunicado.
El primer ministro de Italia, Mario Monti, ha pedido este martes públicamente al presidente de Sicilia, Raffaele Lombardo, que confirme que dimitirá el 31 de julio, como ya ha prometido, ante "la grave preocupación" de que esta región insular del sur italiano pueda entrar en impago.
Mediante un comunicado, el Ejecutivo tecnócrata italiano informó de la carta que Monti ha enviado a Lombardo (del partido Movimiento para las Autonomías por él fundado) para obtener el compromiso del presidente siciliano de que finalmente dimitirá para poder aplicar en la isla "los instrumentos más eficaces y adecuados" que eviten un eventual impago.
"Las soluciones que podrían ser proyectadas para una acción por parte del Ejecutivo no pueden ignorar la situación de Gobierno a nivel regional, sino que, es más, tienen que ir en la medida de esa misma, de modo que se puedan utilizar los instrumentos más eficaces y adecuados", concluye la escueta nota.
Esta declaración pública por parte del Ejecutivo tecnócrata, que llegó al poder en noviembre pasado para poner en orden las cuentas del Estado, se produce en medio del temor cada vez mayor en Italia de que la situación de las cuentas de Sicilia empeoren, lo que ha llevado a la patronal y a los sindicatos a pedir que esta región, con estatuto especial de autonomía, sea intervenida.
Este temor lo confirmó este martes el consejero regional de Infraestructuras y Transportes, Andrea Vecchio, en declaraciones a una emisora de radio, en la que respondió con un "creo que sí" a la pregunta sobre si Sicilia se encontraba al borde de la quiebra.
Según informa hoy el diario económico Il Sole 24 Ore, en la caja de la tesorería del Gobierno regional de Sicilia quedaban hace unos días solo 3 millones de euros, escaseando el dinero para los salarios de los funcionarios y con las empresas proveedoras que no consiguen cobrar sus facturas.
El rotativo estima en unos 3.700 millones de euros las necesidades económicas de la Junta de Sicilia, con unas cuentas de 2011 que cerraron con un superávit de gestión "ficticio" de 8.200 millones de euros y una ley de reducción de los diputados regionales a 70 frente a los 90 actuales que aún no ha sido aprobada en el Parlamento nacional.
"El banquete de los recursos públicos se ha terminado, pero nadie tiene el valor de recortar el gasto porque en Sicilia todos los partidos viven de clientelas, indistintamente. La política de los favores no es ni de derechas ni de izquierdas, es sistémica, y el Gobierno Lombardo no ha sido una excepción", indica Il Sole 24 Ore.
A primeros de mes, un estudio del Tribunal de Cuentas italiano reveló que la Presidencia de Sicilia contaba a finales de 2011 con más empleados públicos que la propia Presidencia del Ejecutivo británico: 1.385 en Palermo frente a los 1.337 del número 10 de Downing Street de Londres, siendo casi 18.000 los empleados públicos de toda la región siciliana.
El 12 de julio se supo que la Unión Europea (UE) ha decidido cortar el grifo de fondos estructurales para Sicilia hasta nueva orden por "graves carencias en la gestión y en el sistema de control de los programas operativos", según confirmó un portavoz de la Comisión Europea.
Esa medida afecta de momento a los 600 millones de euros que Bruselas debía transferir a Sicilia en concepto de pago a cuenta de los fondos estructurales europeos por inversiones realizadas entre finales de 2011 y el mes de junio en la isla italiana y cuyo destino no quedaba claro del todo