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Directivos

Educados para ganar

Viven en la cultura del esfuerzo y del sacrificio. Y trabajan con un objetivo: triunfar. Es la mentalidad de los jugadores de La Roja, de Rafa Nadal, de Fernando Alonso...

Educados para ganar
Educados para ganar

Ganar, ganar y ganar. Una generación educada para el éxito, como aseguró hace unos días Iker Casillas, capitán de la selección española de fútbol. Es la frase que resume el espíritu de una hornada de deportistas, de la que son un claro ejemplo Rafa Nadal o el piloto Fernando Alonso, que no se rinden jamás y no dan un partido o una carrera por perdida. Y el secreto no es otro que el duro trabajo y la perseverancia para saber estar siempre ahí, para aprovechar cualquier golpe de suerte. "Es importante tener ese espíritu ganador, colaborador y de creer en lo que se hace", dice la socia y directora de la consultora Be-Up, Pilar Jericó.

Con hambre de triunfo salen nuestros deportistas al terreno de juego. Son un ejemplo para una generación de jóvenes con un futuro incierto. El éxito de la selección de fútbol se debe a una serie de valores que también se encuentran en las empresas con renombre. Según los expertos en relaciones laborales de la compañía de recursos humanos AgioGlobal, cualquier organización que busque notoriedad debe aplicar los mismos valores que se aprecian en La Roja: un claro ejemplo de superación y trabajo en equipo para conquistar la Eurocopa y la Copa del Mundo.

Es más, varios estudios reflejan un denominador común detrás del fracaso empresarial: la falta de valores compartidos por los empleados. Por ello, todas las compañías que quieran mejorar el rendimiento, la productividad y el estado de ánimo de los trabajadores para lograr el éxito deberían fomentar la cultura del esfuerzo, la confianza, el respeto y la ilusión por ganar.

Son un ejemplo para una generación de jóvenes con un futuro incierto

A Diego Vicente, profesor de Comportamiento Organizacional de IE Business School, no le cabe la menor duda de que las empresas españolas deberían adoptar la actitud de los deportistas. "Han de coger nuevas ideas y formas de hacer, tanto del seleccionador como de los jugadores. A la selección le daría la categoría de equipo de trabajo con mayúsculas. Y Vicente del Bosque es un buen facilitador, no estorba, allana el terreno y sabe potenciar el talento de los jugadores y su humildad, una de las asignaturas pendientes de las compañías", asegura este docente.

En cuanto al equipo, Vicente señala cinco valores que han llevado al éxito a La Roja y de los que también deberían de tomar nota las empresas. "Los jugadores no son cortoplacistas, tienen un estilo propio que les define y la paciencia necesaria para que este diera sus frutos. Además hay que valorar la celebración de los éxitos, algo de lo que deberían aprender las empresas, que más bien enganchan un proyecto con otro sin celebrarlo", señala el profesor del IE.

También son generosos, añade Pilar Jericó, "el gesto de Torres cediéndole a Mata el balón para que marcara el cuarto gol es de una profunda generosidad", afirma esta experta en liderazgo y talento. Este valor también lo destaca la presidenta de Manpower, Carmen Mur, quien valora la capacidad de este equipo tan diverso para trabajar por un objetivo común dejando a un lado intereses particulares. "Lo prioritario es el colectivo por encima de individualidades y de egos, y eso es lo más importante que han de tener las empresas, sobre todo hoy día, cuando hay que sortear tantas dificultades", señala esta ejecutiva.

El profesor de IE Business School agrega además el conformismo de los jugadores que no pudieron debutar en ningún partido de la pasada Eurocopa y "el buen equipo de profesionales que permanecieron en la sombra" tras los jugadores titulares que sí saltaron al terreno de juego. "Todos estos valores dicen más del carácter de los futbolistas como personas que como profesionales", sostiene Diego Vicente.

Quienes también tienen claro que una mentalidad ganadora conduce al éxito son Unai Emery, exentrenador del Valencia, y Juan Carlos Cubeiro, socio director de Ideo, autores del libro Mentalidad ganadora, donde se dan las claves para triunfar en el fútbol, pero también en el trabajo y en la vida. "Ganar, ganar y ganar. Para ganar en el campo, primero hay que ganar en la mente, y para eso la confianza es absolutamente vital. Por eso los entrenadores deben generar confianza".

Frente al pesimismo, el estancamiento de algunas empresas o el "egoísmo y la búsqueda de resultados a corto plazo", todos los expertos consultados por este diario abogan por una mentalidad ganadora, por "el análisis, la humildad, el optimismo, la asertividad, el trabajo, el compromiso, la superación, la entrega, la autocrítica, la escucha, la amabilidad, el respeto, la didáctica, la responsabilidad, la innovación y el autocontrol".

El director general de Deusto Business School, Manuel Escudero, añade dos elementos más de los que tomar nota: la innovación y la cooperación. "La Roja ha encontrado un nuevo modelo de jugar al fútbol que se ha revelado como exitoso, el sistema del toque con el que se va construyendo. Esta innovación presupone el trabajo conjunto en equipo, es un liderazgo compartido. Es cooperar para competir. La cooperación es un medio para conseguir el fin de la competitividad", manifiesta Escudero. En cuanto a la gestión de Vicente del Bosque, Escudero le define como "líder reflexivo que impulsa al equipo, algo que sirve para el fútbol y para la empresa".

El director de la Oficina de Trabajo de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), Josep Ginesta, destaca el esfuerzo y la disciplina, y el hecho de que convivir en un entorno positivo "hace que se dejen de lado las diferencias".

La generación de deportistas en activo tiene una mentalidad abierta, con capacidad para llevar el ingenio adelante, algo que sería muy deseable que ocurriera en otros ámbitos y disciplinas. Ginesta destaca el desparpajo, por ejemplo, de Jordi Alba, nuevo jugador del FC Barcelona, durante la Eurocopa, donde demostró tener "talento y ganas", y todo ello fluye en organizaciones creativas, con ganas de innovar y que confían en la gente. Sin embargo, uno de los grandes problemas de la cultura corporativa de la mayoría de las empresas es el encorsetamiento. Y que son reacias al cambio. "Les cuesta que aflore la creatividad y el talento y apuestan por lo que siempre han hecho", dice el portavoz de la UOC.

En el mundo empresarial es importante dejar de lado todo aquello que aleja a los profesionales para centrarse en aquello que les une, que les hace equipo. "En la Eurocopa hemos visto que ha habido momentos tensos, que podían haber enturbiado el ambiente, pero el espíritu de este equipo ha hecho que eso no pasara", apunta Ginesta.

Eso mismo es lo que le sucede ahora a Fernando Alonso, que siempre ha vivido la cultura del esfuerzo, ha suavizado su carácter y trabaja para mejorar los resultados de Ferrari. Jamás da una carrera por perdida, como demostró en el Gran Premio de Valencia. También a Rafa Nadal, un luchador que pelea hasta la última bola. Es la cultura de la superación, a partir del esfuerzo y del sacrificio.

Gestión. Un "liderazgo del falso 9"

La Roja ha sido un ejemplo de liderazgo y de trabajo en equipo que encierra lecciones para empresas y otras organizaciones. O lo que es lo mismo, "liderazgo del falso 9", asegura el rector de George Mason University, Ángel Cabrera.La Roja es un equipo sin una estrella, en la que el conjunto prevalece por encima de las individualidades, lo que consigue que al final todos sean estrellas. "En lugar de confiar en un supergoleador, el típico delantero centro con el número 9, siete jugadores consiguieron marcar (10 si se considera la tanda de penaltis contra Portugal)", agrega.En vez de buscar la jugada individual, el equipo se "obsesiona por el pase, por apoyar a otros, ayudar al compañero a que tenga éxito", destaca Cabrera, que alaba el gesto de Torres que renuncia a ser el pichichi del campeonato y en su lugar cede el pase final a Mata. "Lo que consigue para el equipo es mucho más profundo que la gloria personal que le habría supuesto su gol", prosigue Cabrera, para quien este tipo de liderazgo del falso 9 requiere de un entrenador único, como Vicente del Bosque, que sirve como ejemplo y guía a los jugadores."Es un entrenador humilde, generoso en el triunfo y con el coraje de asumir los problemas como suyos. No busca brillar pero es el entrenador más brillante de la historia", dice Ángel Cabrera.

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