La lenta liberalización de horarios comerciales
La liberalización de horarios comerciales lleva meses sobre la mesa, pero no acaba de concretarse. Desde el inicio de la legislatura, la intención del Gobierno es avanzar hacia la liberalización con un acuerdo lo más amplio posible, que incluya tanto a las comunidades autónomas como al comercio.
Un acuerdo que no podrá materializarse como Real Decreto Ley alegando la necesidad de medidas urgentes. Una sentencia del Tribunal Constitucional de marzo de 2011 argumentó que la regulación de los horarios comerciales por el procedimiento de urgencia que implica el Decreto Ley supone un uso abusivo y arbitrio de esta figura.
El Constitucional respaldaba así un recurso de inconstitucionalidad del Parlamento de Cataluña al Real Decreto de medidas urgentes de liberalización de junio de 2000 que, entre otras iniciativas, fijó un aumento progresivo de aperturas en domingos y festivos durante los siguientes años, hasta un mínimo de 12 en 2004. Precisamente en 2004 se cambió la legislación para fijar un mínimo de ocho aperturas al año.
Es decir, dependiendo de cómo sea el texto que salga de la Secretaría de Estado de Comercio, este deberá seguir el trámite de procedimiento legislativo parlamentario para evitar futuros problemas con el Constitucional. Un procedimiento mucho más largo, donde el Gobierno podría buscar el consenso para ganar apoyos en una materia sensible, especialmente para el pequeño comercio.
Desde la Secretaría de Estado de Comercio el mensaje es claro. "Estamos a la cola de Europa en cuanto a libertad de horarios", explican. "España es un país que recibe a cerca de 60 millones de turistas al año y hay muchas ciudades donde no encuentran tiendas abiertas". No en vano, la necesidad de ampliar los horarios de apertura en las zonas de alta afluencia turística parece ser la principal prioridad y no debería descartarse una medida en este sentido de cara al inminente verano.
El Gobierno quiere lograr el mayor apoyo a su futura regulación, pero no parece fácil que pequeños comercios y grandes superficies se pongan de acuerdo sobre una materia donde sus intereses están enfrentados. "Para nosotros los actuales horarios comerciales son razonables, la liberalización no es prioritaria y no tiene una incidencia directa en la recuperación económica", explica José Guerrero, secretario general de la Confederación Española de Comercio (CEC). "El Ministerio conoce perfectamente nuestro punto de vista y aún no ha encontrado la fórmula que satisfaga todos los intereses", asume. "Pero confío en que valoren todo los puntos de vista, incluidos los del pequeño comercio".
Desde la patronal de las grandes superficies apuntan que la liberalización beneficia sobre todo a los consumidores dado que permitirá una mejor adecuación de los horarios a sus necesidades.
Algunas de las empresas de distribución ya han dejado claras sus preferencias. El Corte Inglés reconocía hace unos días que no tiene intención de abrir todos sus establecimientos todos los festivos. En Madrid, la liberalización total de horarios estará en marcha en un mes y la principal empresa española de grandes superficies tiene intención de abrir solo aquellos establecimientos donde la afluencia de consumidores -especialmente turistas- le garantice que levantar sus cierres en festivo es rentable. Mientras, la cadena de supermercados Dia no tiene intención de prorrogar la apertura de sus tiendas más allá de las diez de la noche y Mercadona hace gala de la conciliación de sus empleados al no abrir ni en festivos.