Ideas para no horadar las calles y cuidar del urbanismo, en Tecma
¿Quién no ha acabado hasta el gorro de las zanjas que, hasta hace no demasiado, sembraban innumerables calles españolas? Además de las incomodidades que suponen para peatones y conductores, el hecho de abrir la calzada cada vez que hay que hacer alguna labor de mantenimiento urbano tiene un alto coste para el erario público.
Varias compañías han participado en el marco de Tecma, la Feria Internacional de Urbanismo y Medio Ambiente, en la presentación de la X edición de la Firma de la Carta de la Ciudad Sin Zanjas. Con esta iniciativa se pretende dar un paso más en la apuesta clara por convertir las ciudades en lugares más saludables, prósperos y sostenibles, que proporcionen una buena calidad de vida a todos los ciudadanos.
El manifiesto promueve un desarrollo sostenible de las urbes mediante el uso de las llamadas tecnologías sin zanja en las obras de urbanización, especialmente con ocasión de la instalación o rehabilitación de canalizaciones, siempre que sea técnica y económicamente posible. El objetivo es salvaguardar, proteger y mejorar en entorno. Ello afecta tanto a la seguridad en las obras, tanto de operarios como de viandantes, como a la tranquilidad de los vecinos y, en general, de los usuarios. El medio ambiente y las arcas públicas también se resienten notablemente de ello.
La Carta de la Ciudad Sin Zanja ya ha sido firmada en ediciones anteriores por el Canal de Isabel II y más de una decena de ayuntamientos, siguiendo el ejemplo de varios países donde estas tecnologías ya están implantadas.