Italia paga casi el 4% para conseguir vender su deuda a 12 meses
La presión se ha trasladado claramente a Italia. El país ha tenido que pagar un 3,972% de interés para colocar 6.500 millones de euros a un plazo de un año.
Italia vuelve a sentir la persecución de los mercados. España ya ha caído (al menos, su parte financiera) y ahora la nueva pieza a cobrar tiene capital en Roma. La subasta de hoy de letras a 12 meses era una prueba clave. Tenía que colocar 6.500 millones de euros y lo ha hecho, pero pagando un 3,972% por ello.
La demanda no ha ido mal (inferior a la del mes pasado, aunque muy superior a la de abril o marzo), pero Italia, igual que España, tiene una banca que ha hecho acopio con la liquidez del BCE y que ahora la usa para sostener al Estado. Una respiración asistida que durará lo que dure, pero no eternamente, ya que carcome el sistema y lo convierte en un círculo vicioso en el que el riesgo soberano y el financiero se retroalimentan.
De ahí el tipo cercano al 4% que ha pagado Italia para financiarse a 12 meses y que es más de 1,6 puntos porcentuales superior a lo desembolsado en mayo por letras al mismo plazo. Hace tres meses, en marzo, a Italia le costaba poco más de un 1,4% colocar dinero a un año.
En el corazón de Europa, mientras tanto, Alemania sigue disfrutando de su condición de puerto seguro. También tenía subasta; de bonos a 10 años, en su caso. Ha conseguido demanda por 5.800 millones, sobre el máximo de 5.000 millones previsto, y al final ha colocado 4.000 millones al 1,52%. Este tipo es solo un poco superior al 1,47% que pagó hace un mes.
Estas rentabilidades contrastan con la vida en el sur de Europa, donde el bono español cotiza en estos momentos en el entorno del 6,7% y el italiano supera el 6,1%. Y es que la crisis soberana que asola Europa desde hace más de dos años está pasando por uno de los momentos más duros. Las elecciones que se celebran este domingo en Grecia pueden ser definitivas para el futuro del euro. Europa ha intentado poner coto al pánico al forzar con antelación el rescate a la banca española, pero, por ahora, el resultado ha sido más bien el contrario al que se buscaba.