Las agencias de rating alertan del riesgo de contagio
Moody's eleva la presión sobre España, alertando de que los problemas de la banca podrían lastrar la calificación no solo del propio país sino de otros de la eurozona, como Italia.
De hecho, las tres principales agencias de calificación de riesgo -Fitch, Moody's y Standard & Poors- han insistido en las últimas 48 horas en el peligro que llevan implícitas las necesidades de capitalización que requieren las entidades financieras españolas para hacer frente a las provisiones a los créditos inmobiliarios y a los activos adjudicados.
En este contexto, y ante una posible recapitalización de la banca española con fondos europeos, las agencias han subrayado las "implicaciones" que puede tener un posible rescate del sector financiero y de cómo éste se pueden ver reflejado en la nota del país.
De hecho, anoche, Moody's insistió en que los recientes acontecimientos en España y Grecia pueden terminar llevando a una revisión a la baja de las calificaciones que otorga a muchos países de la zona euro.
Justo antes de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) adelantase que las necesidades del sector financiero español oscilan entre los 40.000 y 60.000 millones de euros, Moody's destacaba que el problema que atraviesa la banca española "no representa un gran riesgo de contagio" para otros países de la eurozona, salvo para Italia.
La agencia, que en la actualidad otorga a España una calificación de A3 (notable bajo), con perspectiva negativa, ha anunciado que está considerando, por tanto, las consecuencias que puede llegar a tener para España un probable rescate de la banca y que revisará las notas que sean necesarias "para dejar patente los riesgos para los acreedores" del Gobierno español.
Las tres agencias dan pérdidas multimillonarias en la cartera de créditos de las entidades españolas, que S&P cifra entre 80.000 y 112.000 millones de euros, mientras que Fitch cree que podrían rondar los 230.000 y 295.000 millones.
Precisamente la situación del sector bancario español llevó este jueves a Fitch a degradar la calificación de la deuda a largo plazo de España en tres escalones, hasta BBB con perspectiva negativa.
Esta rebaja, ha explicado, refleja también el aumento de la deuda pública española, la situación de recesión que vive el país y su vulnerabilidad al contagio de la crisis en Grecia, todo ello en medio de los rumores de una recapitalización de la banca española con fondos europeos.
Debido en buena parte a los problemas del sector bancario, Fitch ha asegurado recientemente que éste podría necesitar hasta 100.000 millones de euros en capital adicional, unas necesidades que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha cifrado entre los 40.000 y 60.000 millones.
Las tres agencias de medición de riesgo creen además que de todo el sistema financiero español, solo Santander, BBVA y Caixabank no necesitarán ayuda del Gobierno o de la Unión Europea.
En paralelo, Fitch ha rebajado esta semana en dos escalones la solvencia de la Comunidad de Madrid y en un peldaño la de Cantabria, Asturias y País Vasco, al tiempo que ha recortado la solvencia de las ciudades de Barcelona, Madrid, Pamplona y San Sebastián.