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Europa revisará estrechamente el cumplimiento del objetivo de déficit y las reformas estructurales

España acepta pedir el rescate bancario

El Ejecutivo español ha aceptado pedir ayuda exterior para recapitalizar la banca española. España pedirá próximamente un máximo de 100.000 millones de euros. El dinero se desembolsará cuando España culmine el proceso de análisis del sector. El Eurogrupo no cita condiciones expresas, pero insiste en que revisará tanto el cumplimiento de los objetivos de déficit como las reformas estructurales, además de exigir la reestructuración del sector bancario.

Logotipo de Bankia en un panel de cotizaciones en la Bolsa de Madrid.
Logotipo de Bankia en un panel de cotizaciones en la Bolsa de Madrid.Cinco Días

El rescate de la banca española es ya un hecho. "El Eurogrupo ha sido informado de que las autoridades españolas presentarán próximamente una petición formal y está deseando responder favorablemente", explicó esta tarde en un comunicado del Eurogrupo, que confirma que la cantidad máxima que pedirá España será de 100.000 millones de euros.

Este préstamo se desembolsará para cubrir las necesidades de capital que surjan de los ejercicios de diagnóstico que las autoridades españoles han encargado. El crédito incluirá, además, un margen se seguridad adicional por encima de dichas necesidades, dice el Eurogrupo.

Después de la petición, la Comisión Europea, el BCE, el FMI y la Autoridad Bancaria Europea enviarán una propuesta sobre las condiciones que acompañarán la ayuda. Distintas fuentes españolas, así como el ministro Guindos, han insistido en que las condiciones no afectarán a la política económica general en España.

No obstante, en el documento del Eurogrupo se recalca que Bruselas vigilará estrechamente el cumplimiento de los objetivos de déficit y la puesta en marcha de las reformas estructurales necesarias para corregir los desequilibrios de la economía. "Los progresos en estas áreas se revisarán regular y estrrechamente en paralelo con la asistencia financiera", explicita.

En todo caso, el Eurogrupo considera que "la condicionalidad de la asistencia debería enfocarse en las reformas específicas del sector financiero, incluyendo planes de reestructuración en línea con las normas de ayudas públicas de la UE y las "reformas estructurales horizontales" en el sector financiero doméstico. "Invitamos al FMI a apoyar la puesta en marcha y la supervisión de la asistencia financiera con informes periódicos", añade el comunicado.

La condicionalidad se plasmará en un documento llamado "compromiso de entendimiento" que será firmado por el Gobierno español. El Gobierno canalizará las ayudas a través del Frob, ha confirmado el Eurogrupo. Este organismo será el que canalice los fondos hacia los bancos que lo necesiten.

El rescate se podrá activar a través del el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) o el Mecanismo Europeo de Estabilidad (el MEDE, que comenzará a operar el 1 de julio) hacia el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Este sistema hasta ahora no se ha utilizado ya que en el caso de los anteriores rescates (Irlanda, Grecia y Portugal) no se trató de un rescate bancario sino de un rescate de la economía.

En las últimas horas, la presión sobre el Gobierno de Mariano Rajoy había ido en aumento. El informe del FMI en el que se cifra en 40.000 millones las necesidades de capital de la banca, la amenaza de Moody's de recortar la calificación de la deuda de España y las sucesivas declaraciones de dirigentes internacionales han llevado a Madrid a solicitar el rescate a la banca.

En principio parecía que Madrid era más partidaria de esperar a las auditorías externas de Roland Berger y Oliver Wyman a la banca, que se conocerán el próximo 21 de junio, pero los socios europeos habrían pedido acelerar los tiempos para evitar que la cercanía de las elecciones griegas, el próximo 17 de junio, pudiera derivar en un nuevo ataque furibundo de los mercados hacia los países más débiles.

El análisis del FMI sobre las necesidades de capitalización de los bancos en España, hecho público esta madrugada, indicaba que las entidades más débiles necesitarían al menos 40.000 millones de euros, aunque podría elevarse si la situación empeora. Pero, según subrayan desde Moncloa, también estima que el sector es "fundamentalmente sólido", que sólo tiene problemas un 30% del mismo y que el Gobierno y el Banco de España ya están actuando para paliar sus debilidades.

El Fondo considera necesario que se determine con claridad una estrategia para crear un mecanismo de apoyo creíble para las deficiencias de capital detectadas y es en ese punto en el que se encuentra el Gobierno en estos momentos.

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