Guía para los fanáticos de la Eurocopa
Esto es lo que se encontrarán quienes tengan la suerte de seguir a La Roja en su camino hacia la final de Kiev.
1. Gdansk. Fase de grupos de España. El gran puerto del Báltico reivindica su pedigrí
La ciudad en la que España jugará la fase de grupos (contra Italia, Irlanda y Croacia), uno de los destinos al alza de Polonia, se lo debe todo a su estratégica localización. Durante siglos fue el puerto comercial más importante del Báltico, haciendo de salida al mar de Europa Central y facilitando el tránsito de mercancías a través del río Wisla. Ello le valió la concesión de importantes privilegios fiscales tanto por Prusia (los germanos, todavía muy presentes en la ciudad, la llaman Danzig) como por la corona polaca.
Ya bajo el yugo del telón de acero, en Gdansk se desarrolló lo que hoy es sin duda uno de sus más conocidos distintivos: sus enormes astilleros, de donde ha salido buena parte de la flota de la antigua URSS.
Imprescindible una visita por el tremendo complejo, que ocupa casi la misma extensión que la ciudad en sí. Hay ferrys que lo recorren por mar y durante el día se puede visitar a pie, en bicicleta y en autobús. Fue allí donde se gestó Solidarnosc, el movimiento liderado por el premio Nobel de la Paz Lech Walesa que precipitó la caída del comunismo en el país, tal y como recuerda un imponente monumento a las puertas de los astilleros.
El casco histórico de la ciudad, aunque completamente restaurado (quedó arrasado tras la Segunda Guerra Mundial), resulta muy agradable. Su arquitectura flamenca y gótica, especialmente palpable en el Camino Real, y sus canales la equiparan en belleza a muchas ciudades centroeuropeas. Cuenta con atractivos singulares, como la Grúa de Gdansk, construida en madera en el siglo XV y considerada la mayor máquina elevadora portuaria del Medievo. O la Puerta del Espíritu Santo, una de las entradas a la antigua ciudadela cuyas torres servían además para cargar y descargar mercancías de los navíos.
El ayuntamiento, el mercado tradicional de Dlugi Targ (abierto a diario aún hoy) y las iglesias de Santa Catalina y de la Santísima Trinidad conforman otras de las visitas obligadas de la ciudad donde nacieron los ilustrees Fahrenheit, Schopenhauer o Günter Grass. El Café Kawiarnia Palowa es uno de los más conocidos, mientras que el restaurante más recomendado es el Restauracja Kubicki.
2. Poznan. Grupo C. La milenaria cuna de la nación
Está a unos 300 kilómetros de Berlín y a pocos más de Varsovia. Poznan, considerada en Polonia la cuna de la nación (fue su primera capital entre los siglos X y el XIII). La milenaria ciudad albergará tres partidos de la fase de grupos (C), pero La Roja no jugará allí.
Quienes tengan la oportunidad de pasar por allí descubrirán una bella ciudad centroeuropea, con una plaza Mayor animada y de fachadas coloridas y un dinámico centro financiero en el que no faltan grandes almacenes. Imprescindible visitar la isla de la Catedral y la basílica de San Pedro y San Pablo, considerado el lugar donde se levantó el primer asentamiento polaco (un fuerte defensivo de madera).
3. Wroclaw. Grupo A. De poblado medieval a gran núcleo cultural
Ejemplifica la sufrida existencia del pueblo polaco. Como tantas otras ciudades del país, Wroclaw tiene una historia milenaria, ha pasado siglos ocupada por distintos imperios (en este caso por los húngaros) y fue completamente devastada durante la Segunda Guerra Mundial.
Pese a todo, ocupa un lugar destacado en el imaginario polaco gracias a la nutrida variedad de grandes iglesias con que cuenta y a su cuidado aspecto de ciudad medieval (logrado gracias a una dedicada labor de reconstrucción). El hecho de haber sido designada Capital Europea de la Cultura de 2016, honor que compartirá con San Sebastián, refuerza ese espíritu. Como también el contar con numerosos teatros y museos, albergar varios festivales internacionales y contar con 13 universidades e institutos universitarios (la ciudad tiene unos 600.000 habitantes).
Imprescindible visitar la preciosa plaza del Mercado (la más grande del país, con permiso de la de Cracovia). Tiene tal cantidad de iglesias que algunas han sido reutilizadas, como la que ahora hace de Museo de Arquitectura. Muy recomendable también el Arsenal, fortificación del siglo XV.
4. Varsovia. Partido inagural y Grupo A. Tradición y modernidad, señas de identidad de la capital polaca
Convivencia de lo viejo y lo moderno. Ese es el sabor que le queda a quien visita la Varsovia de hoy, ciudad donde se celebrará el partido inaugural de la Eurocopa y en la que, por tanto, España tratará de colarse por todos los medios.
Como tantas otras ciudades del país, la capital polaca quedó completamente arrasada tras la Segunda Guerra Mundial. Con todo, su reconstrucción se ha llevado con pulcro cuidado, especialmente en el barrio antiguo. El toque moderno lo ponen los enormes edificios de corte soviético que salpican la ciudad, entre los que destacan el Palacio de Cultura y los rascacielos que pueblan el nuevo corazón financiero.
Varsovia tiene todo lo que se puede esperar de una capital europea de casi dos millones de habitantes. De su casco viejo destaca la plaza del Castillo, que alberga la masiva construcción de estilo barroco-neoclásico en la que se han hospedado generaciones de monarcas polacos. Hoy es un museo y sede de la Fundación Polaca de Historia y Cultura. Desde allí se puede tomar el Camino Real, un paseo de unos cuatro kilómetros que desemboca en el Palacio Lazienki, residencia estival de antaño de la monarquía. Cerca del edificio están la iglesia de Santa Ana, el palacio Radziwill y la Tumba del Soldado Desconocido.
También es recomendable un paseo por el río Vístula y, como curiosidad o más bien perversión histórica, pasar frente a la antigua sede del Partido Comunista Polaco, que hoy hospeda a la Bolsa de Varsovia.
5. Kiev. Grupo D y final. La ciudad de las cúpulas doradas
Kiev es parte del corazón de la vieja Europa. Ahora le toca recibir la Eurocopa por primera vez, por lo que esta ciudad milenaria se ha puesto guapa. Si España consigue llegar a la final, los aficionados disfrutarán de la ciudad de las cúpulas doradas que coronan sus iglesias. La catedral de Santa Sofía (del siglo XI), la de Volodomyrs, la iglesia de San Andrés o los monasterios de San Miguel y el de Kyevo-Pecherska Lavra -que ocupa 28 hectáreas en una colina sobre el Dniéper- son los monumentos más visitados. Para alojarse intente en alguno de sus cinco estrellas, como el Intercontinental, el de la âpera, o el Premier Palace, junto a la calle Khreshchatyk, de la que disfrutan los ciudadanos de Kiev sobre todo los fines de semana, cuando se convierte en peatonal. Y pruebe el caviar en el restaurante Terracota de este hotel, que también cuenta con un cigar room para disfrutar de un buen habano.
6. Kharkov. Grupo B. El motor económico y científico de Ucrania
El corazón de la ciudad es su plaza de la Libertad, una de las más grandes del mundo. Kharkov (Kharkiv en ucranio) es la segunda ciudad del país, la capital industrial y científica, base de la fabricación de equipamientos de la antigua URSS. De hecho, el rascacielos Gosprom (de la industria nacional) es una de sus enseñas. No hay que perderse las tres catedrales: de la Intercesión, de la Asunción y de la Anunciación. Su hotel de referencia es el moderno Premier-Palace, con un una tienda de productos delicatessen.
7. Donetsk. Grupo D. Corazón minero y de estilo soviético
Ciudad moderna, prácticamente reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial, es el corazón minero e industrial de Ucrania y está claramente influenciada por el estilo soviético en los edificios. Incluso en los parques, como el Lenin Comsomol, por donde dar un agradable paseo.
Choca con esa arquitectura la iglesia de San Nicolás, a las afueras, sobre una roca calcárea. Para alojarse se dispone del moderno Ramada, de cinco estrellas, y el clásico Donbass Palace, con su restaurante L'Opera. O para probar la comida nacional, el borsch (sopa de remolacha), el holubitsi (hojas de repollo rellenas de carne o arroz) o incluso el pollo Kiev, restaurantes tradicionales como el Pervak Ethno pueden ser una buena opción.
8. Lviv. Grupo B. La Florencia del Este
Lviv (Leópolis en castellano) es una joya dentro del Imperio Austro-Húngaro, primero, de Polonia, después, y actualmente de Ucrania. Su rica vida comercial la convirtió en una ciudad elegante, la Florencia del Este, como se la conoce. Su casco antiguo fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Nació en 1256 en la colina Zamkova Hora, un lugar de obligada visita. Tampoco hay que dejar de ver la âpera, la Torre de la ciudad, la plaza del Mercado o la catedral. A 90 kilómetros se encuentra el balneario Truskavets, un buen lugar para relajarse entre partido y partido. Muy recomendable cualquier coffee house y pastelería, en la mejor tradición europea. Y para alojarse, los hoteles Leopolis o el Nobilis.