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Contante & sonante

La banca se echa las manos a la cabeza: "Más provisiones no"

Pues al final sanear el sistema financiero español y devolver su credibilidad va a costar más tiempo, dinero y sacrificios que lo que hace incluso solo una semana pensaban el Gobierno, el sector, el mercado y los ciudadanos. La barra libre para Bankia ofrecida por el ministro de Economía, Luis de Guindos, y la fórmula de cómo se va a inyectar ese dinero va a convertirse en un precedente que ya ha comenzado a tener seguidores. El primero Novagalicia, y el segundo Catalunya Caixa si finalmente quedan desiertas sus subastas.

Y mientras, el Gobierno se guarda en un cajón, a la espera de si el mercado insiste en nuevos saneamientos para la banca española o no, un nuevo decreto para dar la tercera vuelta de tuerca a las provisiones del sector en menos de cuatro meses. Bankia se ha convertido en todo un laboratorio para las entidades nacionalizadas y para el resto del sistema financiero. También para el Gobierno.

El grupo BFA-Bankia ha pedido al Estado más ayudas públicas de las que cualquier experto preveía: 19.000 millones de euros, que se suman a los 4.465 ya inyectados, en lo que supone el rescate más caro de la historia financiera española.

Bankia se ha convertido en un laboratorio no solo cómo nueva vía para capitalizar al sector, sino también como ejemplo de nuevas dotaciones

Pero para evitar que estas ayudas computen como déficit en las cuentas del Estado en estos momentos (se verá si es déficit o no cuando salga el Gobierno del grupo), o pedir más sacrificios a la banca a través de un nuevo mega-aporte de dinero al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). O lo que también es muy importante, evitar que Bankia pague unos intereses anuales por las ayudas que no podría soportar (del 10%), la inyección de capital se hará mediante la emisión de deuda del Estado, o del FROB, que Bankia llevaría al BCE como colateral para que le aporte los fondos. Sería una ayuda indirecta de Bruselas.

Este ensayo ha convencido a Novagalicia, que también quiere un trato similar al de Bankia por parte del Gobierno. La entidad gallega pretende ahora realizar una ampliación de capital por unos 8.000 millones de euros (lo que estima que podría ser las potenciales pérdidas esperadas de su cartera crediticia y las nuevas provisiones por los decretos de Economía). Su plan pasa por la entrada de inversores privados, que inyectarían el 25% de esta cantidad, mientras que el Gobierno pondría el 75% también a través de títulos o bien del Estado o bien del FROB. Fuentes de Novagalicia, de hecho, aseguran que "confiamos plenamente en que al final no nos subastarán ahora, como tampoco esperamos que nos incluyan en un banco público con Catalunya Caixa y Bankia".

Pero el plan diseñado para Bankia entre el Estado, Banco de España y el nuevo equipo del grupo financiero incluye más novedades para el sector. BFA-Bankia ha realizado provisiones mucho más elevadas de las que por normativa le correspondía. Ha saneado 12.200 millones de euros más. Ha incluido 4.000 millones más de provisiones para el sector inmobiliario, otros 5.500 millones para la cartera de créditos de hipotecas, pymes y consumo, y otros 2.700 millones destinados a provisionar las minusvalías de su cartera de participadas.

Estas provisiones extra han encendido las alarmas entre sus rivales. Creen que estas dotaciones no son solo una muestra de previsión y prudencia para mejorar su solvencia. Creen que se ha anticipado a un nuevo decreto de Economía, que sería el tercero en cuatro meses, para aumentar nuevamente las provisiones como pide el mercado. En este caso, el objetivo sería reforzar las provisiones de los créditos sanos de pymes y consumo, sobre todo.

A ello se sumarían las nuevas necesidades de dotaciones por el ladrillo tras las auditorías de Roland Berger y Oliver Wyman. Esos saneamientos extra, más el ajuste de la cartera industrial, forman parte también de lo que la banca considera que se les puede pedir ahora de más que dote.

Fuentes de Economía aseguran que no hay ningún nuevo decreto ahora para subir las provisiones. Fuentes bancarias, sin embargo, consideran que el ministerio solo espera a las reacciones del mercado para aprobarlo o no. El sector estima que las nuevas exigencias subirán la factura para el sistema financiero entre 80.000 millones a 100.000 millones. Si se aplican estas nuevas provisiones gran parte de las entidades entrarían en pérdidas y el castigo en Bolsa sería nefasto. Eso sí, puede que si se aplica este nuevo saneamiento el BCE ayude a cubrir estas provisiones como va a hacer con Bankia.

El grupo que preside José Ignacio Goirigolzarri ahora debe también diseñar un plan para vender activos, entre los que se encuentra su cartera industrial. El problema es que una parte importante de sus participadas son grandes empresas españolas: Iberdrola, IAG, Indra, Mapfre, NH Hoteles, Realia. El sector considera que sería muy duro para el futuro empresarial español malvender estas participaciones a fondos de inversión extranjeros. "Sería un daño irreparable para la economía española", señala un conocido banquero.

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