El Gobierno inyectará deuda pública o del FROB en Bankia
El Ejecutivo planea realizar la inyección de capital (19.000 millones de euros) mediante la emisión de deuda del Estado o del FROB que será suscrita por Bankia y con ella acudirá al BCE que le aportará los fondos con la deuda como colateral. La duda está en si esta vía cuenta con la aprobación de Bruselas ya que son ayudas europeas indirectas.
La cifra que Bankia ha solicitado está sobre la mesa desde hace dos días: 19.000 millones de euros de capital extra para reforzar la solvencia del grupo Bankia-BFA. Una cifra que eleva el cómputo global a 23.465 millones (teniendo en cuenta los 4.465 millones que la entidad ya recibió en forma de préstamos y que ha solicitado convertir en capital).
Sin embargo, ahora queda saber de donde va a salir todo ese dinero. Según informa El País, el Gobierno sacará un as de la manga para sanear Bankia. El Ejecutivo planea realizar la inyección de capital mediante la emisión de deuda del Estado o del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) que será suscrita por Bankia y con ella acudirá al Banco Central Europeo que le aportará los fondos con la deuda como colateral. La duda está en si esta vía cuenta con la aprobación de Bruselas ya que son ayudas europeas indirectas.
En el decreto de la segunda reforma financiera de este año, el Gobierno modificó un artículo de la ley del FROB para poder usar la inyección directa de deuda no solo en entidades individuales, sino también para apoyar fusiones. En este contexto, ha sido Bankia la encargada de acelerar los planes. Sus necesidades son de 19.000 millones adicionales y el FROB solo cuenta con 5.400 millones de liquidez. Así que, en lugar de pagar el rescate en efectivo, suscribirá las nuevas acciones de BFA entregando a cambio títulos de deuda emitidos por el Tesoro o por el propio FROB.
BFA-Bankia ultima con el Gobierno cual de estas dos vías será más conveniente. De esta manera, se evitaría que estas ayudas computen como déficit en las cuentas del Estado en estos momentos y que Bankia pague unos intereses anuales por las ayudas que no podría soportar (del 10%). Asimismo, tampoco se exigiría más sacrificios a la banca a través de un nuevo mega-aporte de dinero al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).