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El índice cae más de un 7% en solo cinco días

El derrumbe de los bancos y la crítica situación en Grecia desfondan al Ibex

El pánico se apoderó ayer de las Bolsas. Las dudas sobre la solvencia de la banca española, acrecentadas por el temor a una fuga de depósitos de la nacionalizada Bankia -llegó a caer casi un 30%, aunque cerró con un descenso del 14%-, junto a la incertidumbre en Grecia y la reticencia del BCE a tomar medidas para garantizar la liquidez, asestaron otro golpe al Ibex. Las pérdidas alcanzaron el 2,7%, pero al final remontó y terminó cediendo un 1,11%. La prima de riesgo cerró en 490 puntos.

Caída en picado de la banca española en Bolsa, desencadenada en esta ocasión por el temor a una masiva salida de depósitos de la recién nacionalizada Bankia. El presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, intentó atajar este nerviosismo a mediodía al destacar en un comunicado la solvencia de la entidad y afirmar que todos los fondos de los ahorradores estaban garantizados. Poco antes, el Gobierno insistía en negar que se estuvieran produciendo retiradas de dinero.

Esta inquietud, junto a la desconfianza sobre la capacidad de la banca para cumplir con las provisiones adicionales que les ha impuesto el segundo real decreto aprobado por el Gobierno y el recelo a la valoración externa de la cartera crediticia que realizarán dos consultoras externas y el propio BCE, hundieron las cotizaciones del sector financiero. El Ibex encajó la quinta jornada consecutiva de pérdidas (cerró con una bajada del 1,11%, aunque la pérdida alcanzó durante el día el 2,67%, y se sitúa ya en 6.537,9 puntos), con lo que acumula en esta racha bajista un quebranto del 7,2%. En el resto de Europa, los descensos oscilaron entre el 1% y el 1,4%.

El epicentro de este nuevo terremoto bursátil fue Bankia, entidad nacionalizada el pasado día 9. El valor llegó a bajar durante la jornada cerca de un 30%, aunque al final consiguió reducir las pérdidas a la mitad (-14,08%). En las dos últimas semanas se ha dejado ya un 42%. Su derrumbe arrastró al resto de entidades y algunas de sus participadas. Popular cedió un 4,6%; Bankinter un 4,4%; CaixaBank un 3,08%; BBVA un 2,79% y Santander un 1,66%. La aerolínea IAG, donde Bankia controla un 12,1%, cedió un 7,7%, NH Hoteles un 4,3%, Deoleo un 4,1% y Mapfre un 2,6%.

Las dudas sobre la banca que volvían a atraer la atención de las agencias de rating. Así, las caídas de ayer ya descontaban la decisión de Moody's de recortar la calificación de 16 entidades españolas, un anuncio que se producía con los mercados ya cerrados.

"La percepción negativa hacia España y su sistema financiero se ha agravado a raíz de la intervención de Bankia. O se produce ya un cambio radical en el diseño y ejecución de la política económica en nuestro país, con la aplicación de medidas más agresivas y creativas que, entre otras cosas, pongan fin a esta sobredimensionada, carísima e ineficiente superestructura política, y se interviene de forma definitiva y decidida en el sistema bancario para restaurar la credibilidad de los mercados, o la intervención de nuestra economía por parte del Eurogrupo en un futuro más próximo que lejano será inevitable", señala Félix González, socio director general de Capitalia Familiar.

Al margen del ámbito financiero hay otros focos de incertidumbre, como la situación en Grecia y la falta de consenso entre los principales socios de la UE (Alemania y Francia) sobre una política económica común, que están contribuyendo al derrumbe de las Bolsas y la escalada de la prima de riesgo.

La inestabilidad política en Grecia, tras el fracaso en la formación de Gobierno y la convocatoria de nuevos comicios para mediados de junio, ha situado al país heleno al borde de su salida del euro, lo que contagiaría a otras de las economías más débiles, entre las que se apunta directamente a España. "Preocupa la situación en Europa, ya no solo la solución que se pueda tomar en Grecia sino las consecuencias que pueda tener para el resto", afirma Alberto García, de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Este experto añade que otro factor que está pesando en el mercado es la falta de un rumbo para la política económica europea. "La cumbre de junio va a ser muy importante; habrá que ver qué acuerdan Merkel y Hollande, que de momento tienen políticas muy divergentes. Y el BCE tiene que estar preparado para actuar como prestamista".

De momento, el supervisor europeo se resiste a tomar medidas excepcionales, como el manguerazo de liquidez que aplicó al sistema los pasados meses de diciembre y febrero. Ayer, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, se sumó a los políticos que en los últimos días han demandado al BCE una "reacción" para frenar la volatilidad. La incertidumbre se trasladó a los mercados de deuda, donde la prima de riesgo volvía a rozar los 500 puntos (cerró a 490). Ello provocó que el Tesoro tuviera que asumir mayores costes en la emisión de bonos de ayer, aunque logró cubrir con éxito sus objetivos de colocación.

Rebaja de Moody's

Los bancos sufrieron la rebaja de rating de Moody's, un anuncio que se conoció tras el cierre del mercado. La agencia de calificación recortó la nota de solvencia de 16 entidades, incluidas Santander, BBVA y La Caixa. Moody's apoya esta decisión en los efectos de la "recesión continuada" y la "reducida solvencia" de España. La agencia degradó tres escalones el rating de Liberbank, hasta situarlo en bono basura.

Bankia pierde el 14% y 465 millones de capitalización

La entidad se precipitó al vacío. Llegó a perder el 29,3% durante la jornada, pero al cierre consiguió reducir el descenso al 14%. Aun así, se dejó 465 millones de euros de capitalización, y cerró en mínimo histórico; desde la salida a Bolsa hace casi un año baja el 62%.Bankia tiene un problema de desconfianza absoluta en el mercado por varios motivos, pero los últimos descensos corresponden más a una reacción de pánico que a otra cosa, a juicio de los analistas. Ayer, la entidad emitió un comunicado para tranquilizar a sus clientes en el que garantizaba "la seguridad de sus ahorros". Salía así al paso de las informaciones que surgieron sobre la fuga de depósitos que estaba sufriendo la entidad desde su nacionalización.Los analistas recuerdan que Bankia tiene que reformular sus cuentas del primer trimestre y está pendiente de su valoración por expertos independientes, que servirá de base para fijar el precio de conversión del préstamo público -articulado a través de participaciones preferentes-, en acciones ordinarias de su matriz, Banco Financiero y de Ahorros. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) convertirá en capital el préstamo público de 4.465 millones concedido a BFA cuando culmine la valoración de la entidad. Junto a la valoración de la matriz, el mercado teme que Bankia también requiera ayudas públicas.Una fuente del Gobierno citada por Reuters aseguró ayer que los nuevos gestores de la entidad presentaran la próxima semana sus planes de saneamiento, que contendrán mayores provisiones de las anunciadas para el crédito sano de BFA.

El Tesoro cumple el objetivo de emisión a mayor coste

El momento de mercado no podía ser más adverso después de que la víspera la prima de riesgo de España escalara por encima de los 500 puntos básicos. El Tesoro, pese a todo, consiguió emitir ayer el máximo previsto a costa de pagar más por la financiación. La peor noticia es que para la deuda a cinco años tuvo que desembolsar un tipo medio del 5,109%. En el resto de referencias los costes medios estuvieron en el 4,37% y el 4,876%.La tensión en el mercado, pese a relajarse algo respecto al martes, siguió siendo elevada minutos antes de la subasta, lo que auguraba un encarecimiento de los costes de financiación en línea con los precios del secundario, algo que finalmente se confirmó. La prima de riesgo rondaba los 486 puntos y la Bolsa se mantenía plana, pero el entorno seguía siendo muy adverso para emitir deuda. Pese a todo, el Estado volvió a demostrar que a un precio sigue existiendo interés por la deuda española.En concreto, el Tesoro logró emitir 2.493 millones de euros, el máximo que se había fijado como objetivo pues aspiraba a captar entre 1.500 y 2.500 millones de euros. La horquilla, eso sí, era una de las más bajas del año, lo que daba al Tesoro cierto margen, pero la respuesta del mercado fue buena y la demanda superó en 2,95 veces a la oferta. En total recibió peticiones por 7.365 millones.Lo más destacado de la última subasta fue el fuerte interés despertado entre los inversores. En las obligaciones con vencimiento en 2015 el ratio de cobertura fue de 4,47 veces. En el resto de las emisiones fue cercano o superior a tres veces.

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