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El PIB retrocedió tres décimas en el primer trimestre

El consumo público y la inversión aceleran la caída de la actividad

El desplome del gasto público explica buena parte de lo ocurrido en la actividad económica en España durante el primer trimestre de este año. El PIB retrocedió un 0,3% trimestral y un 0,4% anual, lo que confirma la segunda recesión desde que comenzó la actual crisis. El consumo de los hogares y la inversión fueron otros de los grandes damnificados.

Desde el pasado 30 de abril, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el avance del PIB, era ya oficial, pero ayer se conocieron todos los datos. España está en recesión otra vez después de que durante el primer trimestre de este año la actividad se contrajera un 0,3% en tasa trimestral y un 0,4% interanual. Se trata del mismo descenso que el registrado en los últimos tres meses de 2011, por lo que la economía entra en lo que los expertos denominan "recesión técnica", para la que se requieren al menos dos trimestres seguidos de decrecimiento.

Es la segunda ocasión desde que se inició la crisis que España se encuentra en esta situación. La primera fue en el cuarto trimestre de 2008 tras acumular otros dos trimestres consecutivos de caída de PIB y no salió de ella hasta el primer trimestre de 2010.

En cuanto a las causas que motivaron esta contracción del producto interior bruto, destaca el mal comportamiento del sector público. Después de muchos trimestres en los que el ajuste de la actividad y la destrucción de empleo se habían cebado con el sector privado, las duras exigencias de consolidación fiscal a las que deben someterse todas las administraciones públicas han empezado a reflejarse en la contabilidad nacional. Así, destaca el desplome del gasto público, del 5,2% en tasa anual, frente a la suave mejoría detectada en el consumo privado.

Empleo

En concreto, el consumo de los hogares protagonizó un avance nulo, frente al retroceso del 1% registrado a finales del pasado ejercicio. La inversión, por su parte, se contrajo un 2,6% en tasa intertrimestral, mostrando un comportamiento menos malo que en el trimestre anterior (cuando la caída fue del 4,3%).

Esta desaceleración en el ritmo de retroceso de la inversión se dejó sentir tanto en la construcción, como en los bienes de equipo, con caídas en el trimestre del 3,3% y del 2,9%, respectivamente. En tasa anual, no obstante, los descensos en construcción y bienes de equipo continúan siendo muy significativos, del 10,2% y el 5,9%, respectivamente.

En cuanto al empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, descendió a un ritmo del 3,8%, una cifra medio punto superior a la del cuarto trimestre, lo que significa una pérdida neta de casi 655.000 empleos en un año. La contracción del empleo asalariado fue más intensa este trimestre (al pasar del -3,2% al -4,2%). Por ramas de actividad, el comportamiento del empleo fue peor que en el trimestre precedente. La construcción continúa siendo uno de los sectores con peores cifras en este sentido. La ocupación sigue cayendo a un espeluznante ritmo del 21% y el número de empleos perdidos supera los 310.000 en un año.

La industria acumula una destrucción de casi 87.000 puestos de trabajo, mientras en los servicios se elevan a 245.000 y en las ramas primarias son más de 13.000.

Por todo ello, la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente se redujo dos décimas, hasta el 3,5%, mientras que el crecimiento de la productividad por hora efectivamente trabajada aumentó del 2% al 3,1%.

Demasiado pendientes del sector exterior

La menor contribución de la demanda exterior al PIB se debió a la desaceleración de las exportaciones y a una mayor contracción de las importaciones, lastradas por la atonía del consumo.Concretamente, las exportaciones de bienes y servicios atenuaron su crecimiento interanual y pasaron del 5,2% al 2,2% en sintonía con la desaceleración de las economías de los países a los que se destinan las ventas, fundamentalmente de la Unión Europea. Las importaciones de bienes y servicios mostraron un retroceso del 7,2%, frente a la caída del 5,9% del trimestre anterior. Las importaciones de bienes cayeron un 7,2%, mientras que las de los servicios bajaron un 6,9%.Después del buen dato de crecimiento de Alemania en el primer trimestre, las empresas españolas confían en que se consolide la recuperación de sus principales socios comerciales y evitar así un recrudecimiento de la crisis.

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