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Incumple el pago de la deuda con entidades financieras

Ezkenazi entra en 'default' y abre la puerta a que los bancos ejecuten sus acciones de YPF

Un grupo de bancos internacionales podrían quedarse con las acciones de la familia Ezkenazi en YPF, tras el incumplimiento del pago de la deuda que debía hacer ayer el grupo inversor.

El grupo Petersen de la familia Eskenazi, que controla el 25,46% de las acciones de YPF, incumplió con el pago de unos 500 millones de dólares (393 millones de euros) a un grupo de bancos -entre ellos Santander- que le otorgaron préstamos en 2008 y 2011 para adquirir acciones de la petrolera. Las entidades ahora podrían ejecutar las acciones del grupo.

Los Eskenazi, que obtuvieron acciones de YPF a instancias del ex presidente Néstor Kirchner, entraron en default al incumplir ayer con el pago a un grupo de bancos que podrían ejecutar las acciones de la familia en la petrolera, cuya mayoría accionaria del 51% le fue expropiada un mes atrás a Repsol por el Gobierno argentino.

El incumplimiento alcanza al grupo conformado por los bancos Crédit Suisse, Goldman Sachs, BNP Paribas y Banco Itaú Europa, que en 2008 otorgaron un préstamo de 1.018 millones de dólares (800 millones de euros) para comprar el 14,9% de las acciones. Además, debían cancelar otra deuda con Itaú, Standard Bank, Credit Suisse, Santander y Citibank por el préstamo de 670 millones de dólares (526.500 millones de euros) otorgado en 2011 para adquirir otro 10% de las acciones. Repsol, por su parte, concedió un financiamiento a Eskenazi de unos 1.700 millones de dólares (1.336 millones de euros) en el mismo período.

La agencia Reuters, citando fuentes cercanas a las negociaciones, ha señalado que "los bancos están en condiciones de ejercer el control político y económico de las acciones". Menciona además a la entidad suiza Credit Suisse como interesada en quedarse con las acciones del grupo argentino.

Hasta el momento, el grupo Petersen utilizaba los dividendos que recibía de YPF para cancelar los préstamos, inclusive el financiamiento otorgado por la propia Repsol, que vendió sus acciones tras el planteamiento de Kirchner de ceder participación a un grupo inversor de origen nacional.

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