"Ningún empleado público está blindado en Navarra"
El consejero admite que el Gobierno de Navarra, una coalición de UPN y PSN, ha estado "en peligro" en las dos últimas semanas durante las negociaciones para ajustar la política económica.
Álvaro Miranda (Zaragoza, 1957) responde al teléfono de su despacho ayer, poco antes de que caiga la tarde. Esta entrevista es la última cita en la agenda del vicepresidente segundo y consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra antes de que coja un vuelo que le llevará de Pamplona a Madrid, donde hoy participará en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Miranda admite que los últimos 15 días han sido "duros" para la colación que gobierna la comunidad foral. Unión del Pueblo Navarro (UPN), que ocupa la presidencia, y el Partido Socialista de Navarra (PSN), con la vicepresidencia, tardaron dos semanas en negociar un pacto para compensar la caída de ingresos prevista en 2012 y reducir el déficit en 54 millones de euros. "El Gobierno estuvo en peligro", confiesa el consejero. Lo que "más desunía a ambas partes era la ampliación del horario a los funcionarios", explica. "La presidenta Yolanda Barcina lo tenía bien claro: había que aumentar las horas (de 35 a 37,5 horas semanales). Hizo valer su presidencia y el PSN lo tuvo que aceptar". Y concluye antes de colgar: los 23.815 empleados públicos de la comunidad, según los últimos datos del Ministerio de Hacienda, deben saber que "no están blindados".
¿Fue para tanto la discusión entre UPN y PSN? La prensa navarra habla de una ampliación de jornada de 10 minutos diarios de media.
Eso hay que verlo. El cómputo de 37,5 horas semanales es anual. Es una medida para ahorrar gasto y, más importante, para asegurar la equidad laboral entre los trabajadores públicos y privados. No puede ser que el empleado público, con las condiciones y retribuciones que disfruta, tenga luego un tratamiento tan distinto. No se trata de perjudicarle: se trata de que el trabajador privado que las está pasando canutas vea que hay equidad. Hay que limar las diferencias entre los dos sectores. Máxime cuando el privado paga al público.
¿Deben temer por su puesto los trabajadores públicos de Navarra?
Vamos a intentar que no teman mucho. En este momento, en España, tenemos que estar preocupados todos. Nadie puede estar blindado en un país en el que la mayoría de los españoles lo está pasando mal. Y no por trabajar en la administración, que pagan todos los ciudadanos, puedes estar blindado.
No descarta entonces la salida de empleados públicos.
Lo que hemos acordado los dos socios es intentar es que no se reduzca la plantilla del Gobierno de Navarra. Que empleados públicos pierdan su empleo supone aumentar el paro (del 16,34% en la comunidad foral), justo lo que no queremos que ocurra. Pero es evidente que la aplicación del horario es para ahorrar en costes de personal.
Navarra, en uso de su autonomía fiscal, no aplicará la amnistía a los defraudadores que ha ideado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. ¿Por qué?
No la hemos rechazado tal como dicen los medios de comunicación. Hemos optado por otro sistema: abrimos una ventana para que entre el 1 de julio y el 31 de diciembre los contribuyente navarros tengan más facilidades para pagar sus impuestos. Rebajamos el 90% los recargos a los que regularicen su situación y reducimos un 20% los intereses que tengan que pagar.
"Amnistía encubierta", dice la oposición navarra.
Una amnistía es perdonar delitos. Nosotros no lo vamos a hacer. Las penas se mantienen. El que cruce la raya será perseguido. Y hemos aumentado las sanciones graves (hasta un 180% de recargo en algunos casos, cuando antes el límite era del 150%).
Navarra ha entrado en recesión. ¿Ya no es lo que era?
Ya no es lo que era en la cúspide del bienestar, en 2009, pero tampoco España. Hemos tenido que retroceder. Pese a todo, la comunidad tiene más riqueza que antes de la crisis. Nuestro producto interior bruto es ahora más grande que en 2007, por mucho que parezca imposible. 2012 será muy malo en Navarra, como en toda España, pero si no hay una crisis gravísima a nivel nacional, como una intervención, saldremos adelante.