España, todavía lejos de la intervención
Los fuertes ascensos que está experimentado la prima de riesgo en las últimas semanas llevan a muchos a especular con una posible intervención al superar esta mañana el nivel de los 500 puntos. Sin embargo, aunque la situación parece alarmante el comportamiento del bono en los plazos más cortos hace pensar que a España todavía le queda margen de maniobra.
Las dudas sobre el futuro de Grecia y su posible salida del euro pasan factura al mercado de deuda. En medio de un nuevo ciclo de reformas que tienen como finalidad sanear las cuentas públicas y cumplir con los objetivos de déficit que marca Bruselas, España se enfrenta a la dura tarea de afrontar su segunda reforma financiera en menos de tres meses. Y todo ello, con un panorama internacional nada halagüeño.
El fin de los efectos de las subastas de liquidez a tres años ha desembocado en un nuevo brote de la crisis de deuda que sitúan a España en el ojo del huracán. A lo largo del mes de abril la prima de riesgo española ha permanecido en el nivel de los 400 puntos, pero las dudas que llegan desde Atenas han acelerado el repunte, llevando al riesgo-país a superar esta mañana el temido nivel de los 500 puntos. La nueva barrera conquistada a primera hora supone el segundo récord consecutivo desde la entrada del euro después de que ayer cerrase en los 488.
Las sucesivas alzas complican aún más la delicada coyuntura que atraviesa la economía española y hace imprescindible que el BCE tome cartas en el asunto para devolver la calma al mercado. La política de inmovilidad en la que se encuentra sumido el regulador no hace más que complicar la situación y desde la firma de análisis Link consideran que solo una compra masiva de bonos en el mercado secundario podría poner fin a la subida que sufren las rentabilidades.
Esta mañana el bono español a diez años se encuentra próximo al 6,5%, dos décimas por debajo del máximo registrado el pasado mes de noviembre cuando Mario Draghi anunció las megainyecciones de liquidez a tres años.
Si se compara esta situación con la vivida por países ya rescatados, como Portugal o Grecia, parece que todavía le queda recorrido a España para la temida intervención. El país luso solicitó el rescate en abril de 2011, momento en su bono a diez años se situaba en el 8,5%. En el caso de Grecia, en mayo de 2010, cuando la eurozona dio su visto bueno al primer paquete de ayudas, la rentabilidad del bono a diez años escalaba hasta el 12,4%.
Con estos datos, se puede comprobar cómo aunque la prima de riesgo alcance niveles de no retorno, la fuerte subida de las últimas sesiones no solo se debe al repunte del bono español, sino que sobre todo encuentra su raíz en la caída del bund alemán, convertido en valor refugio desde el estallido de la crisis de deuda.
Para saber si España se encuentra en niveles de intervención hay que recurrir a los plazos más cortos. Este miércoles el bono a cinco años se sitúa en el 5,5% frente al 10% y el 14,5% que registraron Portugal y Grecia los días previos a que fueran rescatadas.
Con los bonos a tres y dos años sucede algo similar. En el momento de la intervención de Portugal y Grecia sus bonos con vencimiento a tres años se hallaban en el 9,3% y en el 17.4%, respectivamente, niveles bastantes alejados de los que registra hoy España (5,03%). Para los dos años, los bonos lusos y helenos se encontraban en el 3,14% y en el 18,2% frente al 4,26% que marcan esta mañana los españoles.
No obstante, aunque a España le queda margen para actuar, en las últimas semanas los plazos cortos han sido testigo de importantes ascensos. En apenas siete días los bonos a cinco, tres y dos años han repuntado cerca de 100 puntos básicos.