Yuan hoy, ¿mañana no?
Yuanes a cambio de petróleo iraní no gana popularidad, todavía. Las duras sanciones de EE UU han empujado a la República Islámica a aceptar la moneda china como parte del pago de las exportaciones de crudo de la República Popular. Pero mientras el yuan debería jugar un papel mayor en los acuerdos energéticos mundiales al final de la década, Irán no va ser el catalizador.
Tiene sentido para China usar su propia moneda para pagar sus importaciones de petróleo. Transfiere el riesgo de tipo de cambio fuera y apoya la dirección del Gobierno a largo plazo al establecer el yuan como moneda de reserva global alternativa al dólar.
Para Irán, el comercio con el yuan es una cuestión de necesidad. Las sanciones han hecho difícil operar con libertad en dólares convertibles o euros -la moneda de China en los pagos de petróleo a Irán desde 2006-, por eso se ha visto obligado a permitir a sus grandes consumidores pagar en sus propias monedas no convertibles, como India.
A los chinos les puede gustar la oferta iraní para iniciar una tendencia en el Medio Oriente, pero los productores políticamente menos exprimidos se muestran reacios a seguir el ejemplo de Teherán. La elección es lógica para las economías dominadas por un solo producto básico, sobre todo cotizada y negociada en dólares, y para los Gobiernos que todavía dependen del apoyo militar de Estados Unidos.
El estatus del yuan está aumentando muy lentamente. China y los Emiratos Árabes Unidos tienen un acuerdo de intercambio de moneda yuan, pero si cubre menos de un cuarto de valor del comercio bidireccional de los países. Las ventas denominados en yuanes a Irán constituye un pequeño paso en el largo camino del yuan para convertirse en una moneda mundial de productos básicos.
Por Una Galani