Carta abierta al ministro de Industria
Analizando los primeros días de Gobierno, y aunque queda mucho trabajo por hacer, quiero aprovechar estas líneas para felicitarle por las iniciativas puestas en marcha desde su ministerio, en especial en lo que respecta a las medidas enfocadas a solucionar el problema del déficit de tarifa que el sistema eléctrico arroja.
El hacer copartícipes de la solución del déficit de tarifa a todos los actores que intervenimos en el sistema ha generado descontento en algunos sectores estratégicos de la economía española.
Desde la primera empresa fotovoltaica del país, y como uno de los afectados por las medidas tomadas desde su ministerio que ha traído consigo la paralización del mercado, quiero reiterarle que no olvide que las medidas aprobadas en lo que se refiere al sector fotovoltaico deben ser de carácter temporal, y que es misión de su ministerio en estos momentos generar un marco regulatorio estable que además cumpla el objetivo de generar una industria que cree puestos de trabajo con capacidad de exportación.
La industria fotovoltaica sigue creciendo a nivel mundial: por un lado, la demanda de módulos fotovoltaicos ha alcanzado la cifra de 28 GW en el año 2011 frente a los 17 GW en 2010. Por el otro, el número de mercados/países con capacidad superior a 1 GW durante 2011 se ha multiplicado por dos, según la European Photovoltaic Industry Association.
Se trata de una industria con tecnologías de vanguardia que invierte en I+D (uno de los indicadores de competitividad de una economía global), que está generando puestos de trabajo, muchos de ellos cualificados (la European PV Employment calcula que cada MW genera 28 puestos de trabajo), y que está bien posicionada para abastecer otros mercados fuera de España (Alemania, Italia, EE UU y China se encuentran entre los principales consumidores). En resumen, la industria fotovoltaica es una industria líder, competitiva a nivel mundial y que puede contribuir a reforzar la marca España en el extranjero.
Tras varios años invirtiendo en I+D, que ha comportado una mejora de la eficiencia tecnológica y una reducción de costes de más del 70% solamente en los tres últimos años, la industria fotovoltaica empieza ahora a no requerir de primas a la generación de la electricidad para que sea una tecnología económicamente rentable.
Con tan solo un apoyo a la I+D, fomento al autoconsumo y la incorporación de grandes plantas fotovoltaicas al mix energético sería suficiente para fomentar un mercado interior fuerte, que haga que las empresas sigamos invirtiendo en nuestro país. Asimismo, con el fin de generar conocimiento que sirva para crear empleo cualificado, creemos necesario que el Gobierno promueva acuerdos entre el mundo académico y empresarial. Según el estudio de la University of California at Berkeley Solar energy job creation in California, la mayoría de los puestos de trabajo creados por la industria fotovoltaica son altamente cualificados, e incluyen a ingenieros, ensambladores, comerciales e instaladores.
La economía actual requiere la creación de nuevas industrias que generen puestos de trabajo de futuro cualificados y sostenibles, especialmente en España, que sufre de una tasa de paro elevada. Así lo entienden en países como Alemania, EE UU, China o Japón, donde se ofrecen incentivos de todo tipo para atraer a fabricantes y localizar este tipo de industrias que hagan de motor de sectores como el del vidrio, aluminio, petroquímico, cables eléctricos, instaladores, ingenierías, etc.
Insisto en que es el momento de tomar iniciativas y solucionar problemas del pasado, y le animo a no cejar en el empeño o, de lo contrario, la industria fotovoltaica española perderá la posición de liderazgo que tanto esfuerzo ha costado establecer.
Ángel Luis Serrano. Presidente de Isofotón