De la bronca en Cajasol y a la emoción de Caja Navarra
El lunes se puso el punto y final a Banca Cívica, la primera fusión virtual llevada a cabo hace 20 meses, cuando se inició la reestructuración financiera. Fue la pionera en constituirse como un SIP, (sistema institucional de protección) y fue el modelo que el Banco de España puso de ejemplo a imitar por el resto del sector, entre otras razones, porque desde su creación apostó por salir a Bolsa.
Ahora, las cajas que integran Banca Cívica (Navarra, Cajasol, Canarias y Burgos) han aprobado su unión con La Caixa, pero unas con más entusiasmo que otras.
El consejo de administración más largo para aprobar esta unión fue el celebrado en Caja Navarra (CAN). Duró cinco horas. La razón: la operación fue explicada hasta el último detalle, según explican fuentes asistentes al acto. Eso sí, el consejero delegado de la entidad y copresidente de Banca Cívica, Enrique Goñi, estaba sensiblemente emocionado cuando tuvo que explicar que Banca Cívica iba a ser absorbida por La Caixa. Y es que Banca Cívica era un proyecto creado e ideado por Goñi. Quería hacer una banca diferente, más vinculada al cliente y que fuera el cliente el que eligiese donde quería que se destinase los fondos de la obra social.
En Cajasol, sin embargo, la explicación de la operación causó gran revuelo, incluso bronca, según explica otro de los asistentes. Al parecer, la operación no fue muy detallada por los responsables de la entidad, lo que causó un cierto desconcierto y críticas por algunos consejeros.
Por cierto, fuera de España Banca Cívica es conocida como la banca comunista, al poder elegir sus clientes como y donde se distribuye la obra social.