La Ley de Emprendedores no es toda la panacea
Tras la reciente entrada en vigor de leyes destinadas a limitar el déficit público; reforma financiera y laboral la atención se centra ahora en la largamente esperada ley de emprendedores. De hecho, aun siendo menos mediática, tal vez debido a que Bruselas no nos haya sometido a la misma presión para sacarla adelante, es en ella en la que más nos jugamos, sobre todo si tenemos en cuenta que el 80% de los trabajos en España son creados por pymes. Por tanto, ahora toca incentivar a los emprendedores y autónomos para que puedan crear empleo.
Esta ley deberá otorgar un trato de favor a las NEBTs (Nuevas Empresas de Base Tecnológica) ya que las empresas innovadoras; de base tecnológica y escalables son las que nos asegurarán el tejido productivo del futuro dentro de este patrón de destrucción creativa schumpeteriano. Son empresas que tienen el potencial de transformar una idea en un corto espacio de tiempo en cientos de puestos de trabajo (o miles como han demostrado empresas tales como Facebook o Zynga), nuevas fuentes de ingresos fiscales y riqueza en general para el país.
Las inversiones en I+D+i constituyen un método aproximativo de identificación de este tipo de empresas. Por lo tanto, los actuales incentivos fiscales a este tipo de actividad investigadora deberían incluso potenciarse, a fin de fomentar el desarrollo de nuestras NEBTs que haberlas haylas y muy prometedoras.
Asimismo, existen una serie de medidas a bajo coste que pueden constituir importantes incentivos para el desarrollo de las NEBTs. Desde el punto de vista de los emprendedores deberían de impulsar exenciones en plusvalías del capital para emprendedores.
Medida a coste cero en los presupuestos actuales y focalizada en una estrategia win win dado que si un emprendedor crea a partir de una hoja en blanco diez puestos de trabajo, las contribuciones sociales, IVA generado, e impuesto de sociedades, compensarán de largo la menor recaudación en plusvalías, las cuales probablemente no se hubieran tan siquiera generado sin el incentivo fiscal a la base.
Mientras que, desde el punto de vista de los inversores se debería de contemplar una fiscalidad favorable como la aplicada en el Reino Unido a los business angels con deducciones substanciales en el IRPF en el momento de la inversión y exenciones fiscales totales en el momento de la desinversión siempre que el capital sea reinvertido en otra NEBT. Asimismo se podría considerar incentivar fiscalmente (vía exenciones en el Impuesto de Patrimonio) la inversión de business angels internacionales como fuente de ayuda a la internacionalización de NEBTs sin que ello implique deslocalización.
Siguiendo con esta serie de sugerencias normativas, hay que tomar medidas que desarrollen la mejor fuente de financiación de toda empresa: los clientes. De nada sirve canalizar sumas de capital público para fomentar el desarrollo de nuevas empresas si luego se les ahoga con impagos por parte de los clientes cuando se encuentran en pleno crecimiento.
Clave son también los incentivos para la repatriación de talento que actualmente ha emigrado con la crisis al extranjero ya que el capital humano altamente cualificado es un factor determinante en el desarrollo de las NEBTs.
Ahora bien, tamaña responsabilidad de apoyo a las NEBTs (sinónimo de apuesta por la creación de empleo futura) no debe recaer exclusivamente en un texto legal, es necesario que el conjunto del ecosistema emprendedor contribuya.
Todos tenemos que arrimar el hombro: abogados aplicando tarifas especiales a emprendedores, como sucede en The Valley, emprendedores contribuyendo con fondos propios para llegar por lo menos a la prueba de concepto, y las grandes empresas favoreciendo, o por lo menos no perjudicando, las relaciones comerciales con las jóvenes empresas. Me decía un emprendedor hace poco: "incluso cuando le ahorras millones en costes a una gran empresa te dejan claro que te compran el producto haciéndote un favor". Sin embargo, ésta es una de las claves del éxito alemán su capacidad para transformar NEBTs en empleadores mayores.
Finalmente, aunque pueda sorprender la coyuntura actual presenta excelentes oportunidades para emprender. Con el panorama laboral actual el coste de oportunidad de emprender ha descendido considerablemente. Las empresas cuentan con la generación de jóvenes mejor preparados de la historia; la crisis presenta oportunidades de negocio en torno a la optimización de capacidad ociosa (e.j. modelos peer to peer como SocialCar) o de valor (e.j. comparadores de seguros) y es que la crisis aguza el ingenio. No olvidemos, por ejemplo, que el reciente éxito de Apple residió en su apuesta por la captación de talento de la competencia durante la burbuja internet.
Por lo tanto, la coyuntura presenta ventanas de oportunidad y el futuro de las NEBTs como fuente de empleo a gran escala futura no depende únicamente de la ansiada Ley de Emprendedores pero puede también estar en sus manos.