Amenaza de tormenta en Abercrombie & Fitch
Si hay algo que caracteriza a Abercrombie & Fitch es su imagen de marca vinculada a jóvenes modelos que hacen gala de sí mismos. Un microcosmos de pretendida perfección sobre el que en las últimas semanas sobrevuela el fantasma de una opa no buscada. Los pasados resultados no alcanzaron las expectativas y las acciones de la multinacional estadounidense se han resentido de tal forma que los rumores de una inminente oferta de compra se intensifican con fuerza.
A mediados de julio de 2011 cualquier inversor pagaba 76,33 dólares por cada título de la compañía textil, medio año después su cotización se desplomaba hasta prácticamente la mitad, en concreto hasta los 40,25 dólares que alcanzó el pasado mes de febrero. Desde entonces, los halcones que sobrevuelan las oportunidades bursátiles han puesto en su punto de mira a una empresa con una fuerte generación de caja pero que, a día de hoy, no ha logrado los resultados financieros que de ella se esperan.
El pasado año, Abercrombie & Fitch incrementó un 12% su beneficio anual, situándolo en 206,5 millones de dólares (155,7 millones de euros). Sin embargo, la recta final del año fue significativamente negativa, con una caída del resultado neto desde los 124,5 millones de dólares logrados en el último trimestre de 2010 hasta los 98,5 del mismo periodo de 2011.
En el último mes, y al calor de los intensos rumores, la cotización ha mejorado sustancialmente colocándose a finales de la pasada semana ligeramente por encima de los 51 dólares por título. Un precio que sigue siendo más que atractivo, en especial para los fondos de capital riesgo que ven su capitalización de 4.470 millones de dólares (3.370 millones de euros) como una interesante oportunidad. Según los analistas consultados por Bloomberg, en caso de opa, ésta podría llegar a alcanzar los 70 dólares por acción. Un precio que sería más que llamativo para los accionistas, dada la cotización actual.
Más aún cuando su accionariado carece de pesos pesados, ya que las principales participaciones están en manos de fondos. La mayor de ellas tan sólo alcanza el 14,24% y está a nombre de Fidelity Management. Por detrás, están Columbia Wanger con el 6,57% del capital y Vanguard Group, con el 5,59%.
El consejero delegado de Abercrombie & Fitch, Michael Jeffries, aseguraba el mes pasado que a pesar de que los dos últimos trimestres no hayan sido positivos, las ventas internacionales van a repuntar de tal forma que en tres años el flujo de caja de la compañía alcanzará el medio millón de dólares. Este año las estimaciones apuntan a un volumen de generación de efectivo de unos 224 millones. "Es una compañía relativamente libre de deuda, que tiene un perfil de fuerte creación de caja y con cliente objetivo [el de los adolescentes y adultos jóvenes] que tiene todo el sentido para una firma de capital riesgo", aseguraba a Bloomberg el analista del sector textil R.J. Hottovy.
Entre los nombres que surgen como posibles compradores uno resuena con más fuerza. Se trata de la sociedad de capital riesgo TPG, que ya es dueña de la firma de la cadena de distribución estadounidense J. Crew.
No habrá más aperturas en España, de momento
Hace sólo unos meses Abercrombie & Fitch inauguraba su primera tienda en España, aunque ya estaba presente a través de Hollister, su segunda marca. Por el momento, la compañía estadounidense no ha desvelado detalles sobre cómo han evolucionado sus ventas en España durante el tramo final de 2011, pero sí apunta que los cinco establecimientos abiertos a lo largo del pasado año generarán en el presente ejercicio un volumen de ingresos de 300 millones de dólares (226 millones de euros).También ha desvelado que en sus planes inmediatos no está aumentar su presencia en la península ibérica a través de Abercrombie & Fitch. La apertura de establecimientos es -como también pasa en el caso de Zara- la principal baza comercial y publicitaria de Abercrombie. La compañía anuncia el desembarco de nuevas tiendas y, aunque no hace publicidad, busca generar el suficiente ruido mediático como para lograr que su desembarco sea conocido por el gran público. Si se cumplen sus previsiones, este año abrirá nuevos establecimientos en Ámsterdam, Dublín, Hamburgo, Londres, Múnich y Hong Kong. Para Abercrombie la generación de ventas fuera de EE UU es relevante, dado que suponen, aproximadamente, el 25% de su facturación (el volumen de ingresos de la compañía alcanza los 4.158 millones de dólares, unos 3.135 millones de euros).