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Teoría de juegos en el canje griego

¿Por qué ahora? Los periodistas tenemos la dichosa costumbre de forzar relaciones causa-efecto para no defraudar a nuestros lectores. Por este motivo, el desplome bursátil del martes tuvo como argumento las dudas sobre la participación en el canje de deuda griego y las amenazas de Atenas a quien no acuda al canje.

La confusión no debería sorprender; las negociaciones para el canje de deuda son una partida de póker. Si la participación es elevada, quedarse fuera sale muy bien porque no se activan las llamadas cláusulas de acción colectiva (fórmula mediante la que Grecia impondría por ley una quita a la deuda) y el tenedor del bono no sufre. Ahora bien, si se activan las cláusulas, Grecia impone por ley una quita a su deuda y el tenedor del bono que no acude al canje sale escaldado. Esto sucederá, en principio, si la participación voluntaria en el canje no llega al 75% de total.

Es pura teoría de juegos. En el eje vertical de la imagen se pueden las posibilidades que tiene el inversor: acudir al canje o no acudir. En el eje horizontal las alternativas de si se activan o no las cláusulas, que no dependen de él. Dentro de la matriz se ven el resultado para el inversor, suponiendo que si se activan las cláusulas. He asumido una quita del 50% por poner un ejemplo.

Se activan

No se activan

las cláusulas

las cláusulas

Acudir al canje

70%

70%

No acudir al canje

50%

100%

Disculpen lo burdo de la tabla, pero Typepad tiene sus limitaciones y yo, no demasiado tiempo. Espero que ayude a entender que se trate de una partida de cartas. Si demasiada gente se queda fuera, salen todos perdiendo, luego interesa quedarse fuera y hacer que los demás acudan al canje.

En paralelo, el otro jugador de la partida, Atenas, también maneja sus bazas. Quiere que los inversores acudan al canje voluntariamente, y por eso amenaza que quien se quede fuera sufrirá una quita forzosa. Pero si lo hace, Grecia entra en situación de impago, una alternativa que tampoco es deseable para ellos.

En otras palabras, lo raro sería que a día y medio de la hora límite no hubiese confusión o declaraciones cruzadas. Los bancos y las aseguradoras europeos irán, en su mayoría, al canje (al BCE no le gustaría que no fuese así). Y quieren que los demás vayan, lo que explica por qué el IIF se dedicó el lunes a meter miedo. Los fondos de pensiones probablemente también. Son los hedge funds y quizá algún banco no europeo quien tenga la tentación de jugar la carta y quedarse fuera, pero esperarán al último minuto para tomar la decisión.

Como señala la matriz de arriba, si nos demasiados los que se pasan de listos, todos salen perdiendo. Si yo fuese un hedge fund intentaría que los demás fuesen al canje, por lo que jugaría la carta de meter miedo y decir que es necesario acudir al canje. Y si yo fuese Venizelos diría que probablemente no tenga otra opción que aplicar la quita forzosa. De ahí el pesimismo y la confusión de estos días, que no deberían despistar demasiado al inversor. Todo esto es teatro, humo y espejos; la realidad se conocerá cuando venza el plazo del canje.

Música contra la crisis. John Lennon, Mind Games

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