Peugeot fía su futuro a General Motors
PSA Peugeot Citroën podría aumentar sus problemas si se vincula al brazo europeo de General Motors. Se dice que ambos están discutiendo una alianza para producir después de que el fabricante francés dilapidara 1.500 millones de euros en seis meses.
La presión está claramente sobre PSA. Pero el acuerdo que parece discutirse mantendría a ambos atrapados en el competitivamente ruinoso mercado europeo de vehículos compactos. En 2012, las ventas de turismos van camino del quinto año consecutivo de descensos, según IHS, momento en el que se situarán un 17% por debajo del tope de 2007. El exceso de capacidad se come las ganancias: las fábricas funcionado a pleno rendimiento podrían producir 2,9 millones de vehículos más de los 16,4 que fabricarán en 2012.
Los que soportan más presión son Peugeot, Opel -de General Motors- y la italiana Fiat. Este trío está exprimido por los competidores asiáticos, más baratos, y el número uno del continente, Volkswagen. Las acciones de Peugeot repuntaban ayer por las noticias del posible acuerdo. Este, en teoría, tiene sentido. La economía de escala es vital para los fabricantes de gran volumen: los altos costes fijos necesitan ser distribuidos. El dúo resultante podría cerrar plantas en Alemania, Francia y España, y recortar costes desarrollando conjuntamente piezas e incluso coches enteros.
Pero los beneficios no llegarían hasta el largo plazo. Los políticos alemanes y franceses y los sindicatos no parece que vayan a suavizar su oposición a los cierres de fábricas. Sacar provecho del desarrollo compartido puede llevar años y adaptar la producción a coches basados en una plataforma común puede tardar incluso más. Mientras, los dos pierden dinero: el negocio central de Peugeot tuvo unas pérdidas operativas de 497 millones de euros en la segunda mitad de 2011; Opel las tuvo de 700 millones de dólares en todo 2011.
La alternativa más obvia era llegar a un acuerdo con Fiat, lo que hubiera dado a Peugeot un peso más global. Pero Fiat hubiera querido una integración más profunda, y la familia Peugeot ha dejado claro que quiere mantener sus manos sujetas al volante.
Por Quentin Webb.