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Columna
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Más austeridad para Reino Unido

Cuánta crueldad. Moody's amenaza con tumbar la triple A de Reino Unido. Su argumentación -"débiles perspectivas de crecimiento"- ha sido tomada por la oposición para criticar las políticas de austeridad. Pero el toque de atención de Moody's es en realidad un respaldo a las políticas de recortes.

El gran problema de Reino Unido, medio olvidado por la crisis del euro, es su déficit fiscal, en torno al 8% del PIB, el doble que la media de la eurozona, donde solo Grecia e Irlanda tienen mayores porcentajes. Que los recortes del Gobierno han mermado el crecimiento a corto plazo es cierto. Pero, ¿cuánto déficit quieren acumular los críticos? Este año, si los recortes van acordes con lo previsto, el Estado continuará gastando 120.000 millones de libras más de lo que recauda en impuestos.

El riesgo para Reino Unido es que si su elevado déficit no es reducido rápidamente, la deuda del Gobierno se tornará en problemática. En la actualidad acapara el 64% del PIB, que al lado del nivel italiano parece un buen porcentaje. Pero la Oficina para la Responsabilidad Presupuestaria, el vigilante fiscal del Gobierno, predice un aumento de la deuda al 94% del PIB en 2014-2015.

El dilema real vendría si los recortes enviaran a Reino Unido a una profunda recesión, como ha pasado con los países periféricos de la eurozona. Pero no parece posible. Los datos actuales apuntan a una estabilización. La perspectiva es de un repunte del crecimiento a finales de este año. La relajación de la inflación, que ha pasado del 4,2% en diciembre al 3,6% en enero, ayudará.

La advertencia de Moody's sobre el crecimiento puede ser exagerada. Y siempre que el Gobierno continúe con su agresiva política de reducción de déficit el país seguirá siendo muy solvente. Así es como los mercados, que compran bonos británicos a diez años a un 2,2% de rentabilidad, lo ven ahora. Por supuesto, el Banco de Inglaterra tiene mucho que ver en esos bajos rendimientos. Pero no se mantendrían bajos si los mercados viesen signos de debilidad del Gobierno.

Por Ian Campbell.

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