Rehn ve "muy cerca" el acuerdo entre Grecia y sus acreedores
El acuerdo entre Grecia y sus acreedores está "muy cerca". Así se ha expresado esta mañana el comisario de Economía de la Unión Europea, Olli Rehn. El primer ministro griego, Lucas Papademos, y el director general del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), Charles Dallara, se reunirán esta tarde para llegar a un acuerdo.
"Los próximos tres días serán cruciales para el futuro de tres años. Estamos a punto de cerrar un acuerdo para la deuda griega", ha anunciado Rehn en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza). "Es preferible un acuerdo en enero que en febrero. Necesitamos una solución para Grecia".
Las negociaciones ya sufren retraso. El objetivo era cerrar el acuerdo antes de finales de 2011 y proceder al intercambio de bonos y obligaciones a principios de este año. En la cumbre del 26 de octubre, la eurozona se vio obligada a modificar el segundo rescate a Grecia, inicialmente cifrado en 110.000 millones de euros, con el fin de garantizar la sostenibilidad de la deuda griega. Para ello, acordaron aumentar la aportación a 130.000 millones de euros hasta 2014. El sector privado tenía que asumir una quita del 50% en lugar del 21% acordado anteriormente. La deuda pública de Grecia ha superado ya los 350.000 millones de euros, más del 160% del PIB.
En una entrevista que publica hoy el periódico vienés Der Standard, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se muestra dispuesto a que los Estados de la zona euro condonen parte de las deudas de Grecia. El también primer ministro luxemburgués no precisa el porcentaje que debe ser perdonado, aunque matiza que bastaría una condonación parcial para reducir la deuda griega hasta un "sostenible" 120% del producto interior bruto (PIB) de aquí a 2020.
"Si la sostenibilidad de la deuda griega es comprobada y si existe comprensión por parte del sector privado, entonces el sector público deberá preguntarse si no debe ayudar también", dice Juncker en la entrevista, concedida en Luxemburgo. El jefe del Eurogrupo no quiere "dar recomendaciones" al Banco Central Europeo, uno de los principales acreedores de Grecia, sobre si debe hacer lo mismo.