_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Fiat, un billete para salir de Italia

Italia es líder mundial en moda, gastronomía y arte, pero se queda corto en relación a multinacionales. Es probable que eso cambie ya que Fiat trama una toma de control completa de Chrysler. Pero globalizarse, sin embargo, tiene un precio: la familia Agnelli de Fiat puede necesitar poner el pragmatismo sobre el sentimentalismo y trasladar su sede desde Italia.

Fiat ya se está volviendo menos italiana. Este es el primer año que la compañía no es miembro de Confindustria, la federación italiana de empresarios. Hace solo un par de años, cuando el presidente de Fiat estaba a la cabeza de Confindustria, esto era impensable. El presidente ejecutivo, Sergio Marchionne, deja sola a Fiat para forjar su propio destino con los sindicatos.

Pero el mayor catalizador para que Fiat se haga global está aún por venir. El lanzamiento del Dodge Dart de bajo consumo en combustible permitió a Fiat aumentar su participación en cinco puntos porcentuales, hasta el 58,5%, esta semana. Comprar lo que queda de Chrysler al Sindicato de Trabajadores del Automóvil (UAW) de EE UU es lo próximo, aunque esto será mucho más complicado.

Se supone que ambas partes deberán llegar a un acuerdo para el primer trimestre de 2013. Y aunque las negociaciones aún no han empezado, ya tienen posiciones muy encontradas respecto al precio. Además, incluso si Fiat lograra una valoración en sintonía con el precio que pagó por el 16% de acciones el año pasado, eso supondría alrededor de 3.300 millones de dólares. Teniendo en cuenta que la deuda de Fiat es de alrededor de 6.000 millones de euros, sería algo muy justo.

Lo que sugiere que la mejor opción sería ofrecer a UAW una combinación de acciones con algo de efectivo como parte de una fusión total. Aunque cuesta imaginar que el sindicato estadounidense quiera que su principal activo esté en la Bolsa italiana. La solución entonces sería relativamente sencilla. Ambos tendrían acciones de un nuevo grupo, que se constituiría y cotizaría en la Bolsa de EE UU. Y ya no sería más italiano.

Por Rob Cox

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_