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Retrocede a 8.358,4 puntos en una jornada de escaso volumen

El Ibex pierde impulso y cae el 2% pese al éxito de la subasta italiana

La emisión de deuda de Italia, que colocó ayer letras y bonos con fuerte demanda a mucho menor interés, tuvo un efecto positivo muy efímero. El mercado prefirió concentrarse en la emisión prevista para hoy, a plazo más largo, y en la desconfianza de la banca a prestarse dinero. El Ibex, presa de los vaivenes que impone un volumen de negocio muy reducido, se dio la vuelta y perdió el 2%.

El mercado volvió a mostrar ayer su lado más volátil y caprichoso, a pesar de que el ejercicio bursátil ya se da por cerrado y de que la subasta de deuda de Italia, uno de los puntos candentes de la semana, se saldó con éxito. La jornada, que comenzó con ligeros ascensos en Bolsa y con el alivio para la deuda soberana, cambió de signo de forma drástica sin un motivo claro. El Ibex, que subía en la mañana el 0,36%, cayó al cierre el 2,01%, hasta cerrar en los 8.358,4 puntos, en línea con el retroceso del 2% del Dax. El Euro Stoxx perdió el 1,45%; el Cac, el 1,03% y el FTSE, ajeno a la zona euro, el 0,10%. En Wall Street, el Dow retrocedió el 1,14%; el S&P, el 1,25% y el Nasdaq, un 1,34%.

Más bien fue la escasez de volumen de negociación -de apenas 1.303 millones de euros- lo que dio pie a que las incertidumbres que planean sin tregua en los mercados se materializaran, obviando las noticias positivas del día. La principal fue que Italia colocó deuda sin problemas, con fuerte demanda y a tipos de interés muy inferiores, en contraste con la elevada exigencia de la anterior subasta. El Tesoro italiano colocó 9.000 millones de euros en letras a seis meses con un interés del 3,251%, la mitad que en la subasta del 25 de noviembre. Y emitió otros 1.732 millones de bonos a dos años a un interés del 4,853%, lejos del 7,814% que tuvo que pagar en la colocación anterior a este mismo plazo, a finales de noviembre. Y lo hizo con una holgada demanda, de 15.215 millones en las letras y de más del doble en los bonos a dos años, lo que muestra que los bancos ya han empezado a emplear parte de la liquidez conseguida la semana pasada en el BCE para adquirir también deuda Italia. Quizá para hacer trading, teniendo en cuenta que los tipos oficiales están en el 1%, o para ir haciendo acopio de colaterales de cara a la próxima subasta.

Nuevo examen a Italia

Italia emite hoy deuda a más largo plazo y el mercado, tras una breve tregua, ejerció ayer de nuevo presión y dejó la prima de riesgo en 510 puntos

Pero Italia afronta hoy un nuevo examen ante el mercado, esta vez con deuda a largo plazo: Italia intentará captar entre 5.000 y 8.500 millones de euros con la emisión de bonos a 3, 7 y 10 años, así como con títulos de deuda con vencimiento en 2022. Y los inversores ya se ocuparon de recordar a Monti que la tarea no es fácil: la prima de riesgo italiana se relajó a 481,6 puntos tras la subasta de la mañana y el bono, al 6,74%. Pero los inversores volvieron a calentar motores, como suele suceder la víspera de las emisiones de deuda de los países en apuros. Así, la prima de riesgo italiana volvía a colocarse al cierre sobre los 500 puntos básicos, en 510, y el bono a diez años volvía a rozar el 7%. El diferencial de la deuda española en cambio, libre hasta el próximo año de la presión que inyectan las subastas, se relajó en 15,7 puntos básicos, hasta los 325 puntos básicos, con el bono a diez años al 5,15%.

Castigo a la banca

Las idas y venidas de la deuda soberana marcaron de nuevo la jornada y dejaron al euro por debajo de los 1,30 dólares, retrocediendo a niveles de enero de 2011. Y su onda expansiva llegó también a la banca, extremadamente susceptible a los problemas de la zona euro. Así, el mercado llegó a hacer una lectura negativa del incremento de los depósitos que la banca confía al BCE, que han alcanzado un nuevo récord histórico. Las entidades prefieren aparcar a un interés de tan solo el 0,25% buena parte de la ingente liquidez recibida la semana pasada antes que prestarse dinero entre sí y empezar a reactivar de este modo el crédito, síntoma de la persistente desconfianza. Además, el BCE anunció que, tras la subasta de liquidez a tres años del pasado día 21, su balance se ha disparado a niveles récord, un anuncio que aunque previsible, contribuyó a alimentar las ventas en el sector financiero europeo y, por extensión, en el conjunto de los índices bursátiles.

En el Ibex, el sector más castigado fue la banca. Sabadell encabezó las pérdidas con un 3,29%, seguido de BBVA (-2,96%), Popular (-2,89%), Bankinter (-2,29%) y Santander (-2,27%). A nivel europeo, el banco más castigado fue Bank of Ireland, con una caída del 5,75%, seguido de Commerzbank, que perdió el 4,16%. El sector bancario europeo, con un descenso del 1,75%, no fue aun así el más castigado. El farolillo rojo fue el sector de automoción, que se dejó el 3,02%. Renault retrocedió más del 3,5% y Peugeot, el 3,15%.

El sector de materias primas también anduvo inquieto ante la amenaza de Irán de que, en caso de sanciones, podría bloquear el paso de petroleros por el estrecho de Ormuz, un punto clave para el mercado petrolífero por el que pasan a diario entre 15 y 17 millones de barriles al día. El sector de materias primas cayó el 1,94%, si bien el precio del crudo, que ya había encajado la amenaza en el martes, retrocedió de nuevo bajo los cien dólares en su variante West Texas.

el convulso mercado de deuda europeo

Francia teme por su triple A, con la prima de riesgo sobre los 100 puntos básicos La deuda soberana francesa ha logrado aplacar la presión en la recta final del año, aunque la prima de riesgo gala se coloca a niveles impensables al inicio de 2011, reflejo de que persiste la inquietud por la posible pérdida de la máxima calificación financiera, una idea que ayer volvía a planear en el mercado. La prima de riesgo gala supera de hecho los 100 puntos básicos y los inversores piden al bono francés a diez años una rentabilidad del 3%, por debajo del 3,72% de finales de noviembre, en los preliminares de la cumbre que dio respiro al euro, aunque no tan lejos del 3,3% de enero.El 'spread' de Bélgica se normaliza y baja hasta los 210 puntos básicos La crisis política puso a la deuda belga al borde del colapso. La rentabilidad del bono a 10 años llegó a situarse en noviembre el 5,86%, un nivel muy próximo a considerarse insostenible para la financiación a largo plazo. Fue en el momento más crítico para el área monetaria, tras la caída de los Gobiernos de Grecia e Italia y cuando la idea de un euro a dos velocidades cobró más fuerza que nunca. Desde entonces, la situación se ha normalizado notablemente y el rendimiento del bono belga se situó ayer en el 3,83%. Esto ha permitido que la prima de riesgo baje de 360 a 210 puntos básicos.El 'bund' alemán se acerca de nuevo al mínimo histórico al caer por debajo del 2%El exceso de inversores refugiados en el bono alemán hizo que la rentabilidad del bund a 10 años cayera por debajo del 2% en noviembre, provocando al final que el 40% de una subasta a 10 años quedase desierta. El rendimiento exigido era tan bajo que dejó de tener interés. Semanas después, los inversores siguen apostando por refugiarse en el bund, aun a riesgo de perder dinero en términos reales (teniendo en cuenta la inflación). El rendimiento del bono a 10 años se situó ayer en el 1,89%, aproximándose de nuevo a los mínimos históricos de septiembre, cuando cayó al 1,674%.

Las cifras

1,29 es el nivel al que quedó ayer el euro frente al dólar, con lo que regresó al cruce del pasado enero.325 puntos básicos es el nivel al que quedó la prima de riesgo española, que se desmarcó de la italiana.

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