_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Itaú, un banco más allá de Brasil

Itaú Unibanco de Brasil se califica a sí mismo como "el banco global de Latinoamérica". La cuestión es que no lo es. Algo que podría cambiar el año próximo. La solidez financiera de Itaú, una fuerte valoración de mercado, unas abrasadoras ambiciones y una gran cantidad de oportunidades gracias a los infortunios de sus rivales hace que el banco tenga buenas perspectivas para 2012.

Puesto que muchas entidades estadounidenses y europeas se ven en problemas para salir de la crisis, Itaú va a ver incrementar sus ingresos al menos en un 10% este año y el próximo, mientras que la rentabilidad de capital sobrepasará el 20%, según estima JP Morgan. Aunque el mayor banco de Brasil puede no ser un nombre muy conocido en Wall Street, sus atractivos no han pasado inadvertidos a los inversores. Estos estiman al grupo liderado por Roberto Setúbal en casi 2,2 veces su valor contable, o activo menos pasivo. Como resultado, la valoración de mercado de Itaú supera los 80.000 millones de dólares, un 50% más que Bank of America (BofA) y que Goldman Sachs y Morgan Stanley juntos. Eso da a Itaú una moneda atractiva con la que recorrer el mundo por adquisiciones.

Sudamérica, donde Itaú ha reforzado su presencia, está en primera línea. No es barato, especialmente los mercados de rápido crecimiento como Colombia, donde el Banco Santander de España ha sido un reciente vendedor. Pero las decisiones de los reguladores europeos para obligar a los bancos, incluyendo a Santander y su rival BBVA para que tengan más capital harán que haya más desinversiones en la región. Además, Santander ha mostrado su voluntad de cambiar activos por pasivos. Una participación más pequeña en un Itaú de rápido crecimiento podría ser una opción atractiva.

No está claro donde acaban las mayores ambiciones de Itaú. Cuando Merrill Lynch estaba aumentando los fondos durante la crisis -y antes de vender BofA- Itaú propuso hacerse con su negocio en Latinoamérica. En caso de que UBS u otra entidad consideren la venta de su banco de inversión, sin duda, Itaú echará un vistazo.

Por supuesto, el área de mayor crecimiento para la banca está en facilitar flujos de capital entre los mercados emergentes, en particular Asia y Latinoamérica. Por 50.000 millones, Standard Chartered supondría un gran trago. Pero con una valoración superior, la ambición declarada en su lema y muchos potenciales oferentes fuera de juego por ahora, Itaú debe ser observado más allá de su país.

Por Rob Cox

Archivado En

_
_