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La compañía paga 2.572 millones por un paquete que quiere revender en dos meses

Repsol salva su crisis accionarial al comprar un 10% en manos de Sacyr

Repsol ha adquirido el 10% de su propio capital por 2.572 millones, en una operación de emergencia. Sacyr había intentado vender sin éxito este paquete para amortizar la mitad de un crédito que vencía hoy. Tras recuperar la estabilidad en su accionariado, la petrolera tratará de colocar su nueva autocartera. Sacyr, por su parte, se queda con un 10,01% de las acciones tras refinanciar 2.446 millones a tres años vista.

La amenaza de los bancos acreedores de Sacyr de ejecutar el 20% de Repsol si la constructora no lograba vender la mitad de dicha participación, no iba de farol. Así lo pudo comprobar el consejo de la petrolera que, en la reunión extraordinaria del domingo "para analizar las distintos escenarios" a la vista del resultado de las complicadas negociaciones de Sacyr con sus bancos, se vio obligado a recurrir a un plan B. Este se reservaba para una situación extrema y consistía en adquirir el 10%, que la constructora había ofrecido sin éxito a Sinopec, Lukoil o Essar.

Así, Repsol desbloqueaba la refinanciación de más de 4.900 millones de deuda de Sacyr, cuyo plazo de amortización finalizaba hoy mismo, evitando los males derivados de un hipotético concurso de acreedores que sumiría a ambas compañías "en una grave inestabilidad", según fuentes empresariales.

Según el comunicado remitido ayer por Sacyr a la CNMV, el acuerdo le asegura la refinanciación de 2.446 millones hasta el 31 de enero de 2015. El resto, algo más de 122 millones de acciones, equivalentes al 10% del capital, fue ejecutado por la banca y vendido después a Repsol por 2.572 millones con un descuento del 5% respecto a la cotización del día anterior (21,066 euros por título, frente a los 22,175 euros del lunes).

De este modo, el sindicato de acreedores de Sacyr ha perdido 135 millones en una noche, pero ha captado liquidez procedente de la caja de Repsol. Esta no acudirá a la financiación externa para afrontar la operación, salvo que no logre recolocar el paquete en el plazo aproximado de dos meses. La intención es venderlo al grupo que más cerca ha estado de la compra, la petrolera china Sinopec, con la que Repsol comparte su filial brasileña, en la que tiene el 40%. En este movimiento podrían participar otros inversores asiáticos, con los que se podría firmar algún tipo de pacto o intercambio. Fuentes solventes comentan que la petrolera india Essar mantiene opciones de entrar.

La negociación de Sacyr con socios industriales se frustró finalmente por la dificultad de cerrar un acuerdo con una fecha límite y el hecho de que la constructora reclamase una prima por una participación sin control.

Tras la operación, La Caixa se convierte de nuevo en el primer accionista de Repsol, con un 12,8%, y se mantienen a la par Sacyr y Pemex, con otro 10% cada una. La petrolera mexicana, cuyo pacto parasocial con Sacyr (auspiciado por el expresidente, Luis del Rivero) desencadenó a finales de agosto la batalla que ahora concluye, seguirá en el consejo. Sin embargo, el futuro de este accionista, al que se atribuye un profundo malestar "por cómo se han desarrollado las negociaciones", pende de un hilo.

Repsol tiene pendiente el cambio de estatutos acordado por su consejo de administración hace un par de meses para declarar a la mexicana Pemex incompetente para seguir en el consejo. Por su parte, el grupo Sacyr da "por resuelto" el pacto con los mexicanos y ayer negociaba un documento que sirva de cierre a la operación.

Una venta con minusvalías por 550 millones

Sacyr salvó ayer los muebles a la vista de la postura inflexible de sus acreedores. La empresa soltó 122 millones de acciones de Repsol, rebajando a la mitad su participación en la petrolera y a cambio de refinanciar el crédito que la sustenta. El plazo de amortización de los 2.446 millones que tiene ahora de principal queda fijado para enero de 2015.Con Lazard como asesor, Sacyr ha mantenido el bloque del sindicato bancario que lideran Santander, Crédit Agricole, Bankia y Citi.La desinversión en Repsol a precios del cierre del lunes (22,175 euros) arroja minusvalías por 552 millones para Sacyr, que compró a una media de 26,7 euros por acción a finales de 2006. En cuanto al nuevo crédito, Sacyr pagará una comisión de apertura del 2,5% (55,6 millones) y euríbor más un diferencial del 3,5%.Repsol, por su parte, defendió que compra con descuento del 5% respecto a precios de mercado y un 22% por debajo del precio objetivo medio de los analistas. En un comunicado la petrolera reconoció que "la falta de acuerdo entre los bancos y Sacyr habría producido un escenario de incertidumbre prolongada en esa compañía, lo que resultaría dañino para la cotización de Repsol". El equipo de Antonio Brufau apreciaba el riesgo de la ejecución de garantías por parte de los bancos de Sacyr. Con el 20% que tenía la constructora en manos de la banca era previsible "una venta masiva y desordenada de títulos" dado el "gran número de bancos involucrados y la heterogeneidad de sus intereses". En conferencia con analistas, el director económico de Repsol, Miguel Martínez, puso en valor la acción ahora que tiene que buscar compradores: "No es que los terceros se negaran a entrar en Repsol, sino que no hubo tiempo material".

Del Rivero y Loureda abandonan la petrolera

La pérdida de peso de Sacyr en Repsol trae aparejada cambios significativos en el consejo de la petrolera. Luis del Rivero, expresidente de la constructora y defensor a ultranza de que Sacyr podía mantener su papel de primer accionista, presentó ayer su renuncia como consejero.Una salida a la que se sumará en la reunión ordinaria de diciembre prevista para mañana jueves la de José Manuel Loureda, fundador y primer accionista individual de Sacyr (12,6%). Con ello, la constructora mantiene el sillón de Juan Abelló y pretende nombrar a su presidente, Manuel Manrique en lugar de Loureda. Así, Sacyr se quedaría con dos sillones en Repsol, frente a los tres puestos en el consejo que le otorgaban la posición del 20%.Fuentes cercanas a la petrolera dejaban ayer una duda sobre la mesa. Con el 10%, Sacyr va a tener dos puestos en el máximo órgano de decisión, pero habrá que ver si los mantiene cuando un nuevo socio compre la autocartera de Repsol y pida la misma representación. Para entonces es probable que el grupo constructor tenga que ceder uno de sus dos sillones.

Subidas

El mercado aplaudió ayer la resolución de la crisis de Sacyr con una subida en Bolsa del 8,32%, hasta los 4,36 euros por título, tras colocar la mitad de su participación en Repsol y refinanciar la deuda que sustenta el otro 10%. La petrolera, por su parte, se revalorizó un 2,48%, hasta 22,7 euros.

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