Telefónica reduce el dividendo para proteger la caja
Las circunstancias económicas han cambiado y el negocio en España ya no es lo que era. La competencia es fuerte y se requieren inversiones justo cuando la caja está mermando. Telefónica lo ha asumido y, tal y como venían adelantando los analistas desde hace tiempo, ha optado por sacrificar parte del dividendo en efectivo.
Las cifras no podían decirlo más claro: Telefónica iba a pagar este año un dividendo casi igual al beneficio que preveían para ella los analistas. Y para el año que viene la disparidad era mayor todavía. La conclusión de muchos expertos fue evidente: la operadora tendrá que reducir el dividendo o, al menos, la remuneración en efectivo. Incluso las agencias de rating entraron en la polémica y criticaron los desembolsos de la sociedad. Pero Telefónica intentó aguantar. Su presidente, César Alierta, ha puesto a los accionistas y a la retribución que se les paga como prioridad de la compañía desde que llegó a la dirección, con subidas de dos dígitos año tras año, así que se resistió a tocar esta remuneración.
En abril llegó el primer baño de realidad. En la conferencia con analistas, Telefónica reconoció que no podría seguir subiendo el dividendo en 2013 y que era muy probable que en ese momento empezara a dejar de pagarlo todo en efectivo. Los analistas ya anticiparon que sería difícil llegar hasta entonces, pero la operadora ha asegurado varias veces que era capaz de mantener su política de dividendo. Ahora ha llegado la confirmación de que no será así.
En un comunicado a la CNMV, Telefónica admite que adelanta la reducción del dividendo en efectivo a este mismo año y que rebajará el abono total previsto para el ejercicio que viene. La operadora ya ha pagado la primera parte del dividendo con cargo a los resultados de 2011, pero queda una segunda parte que se va a pagar en mayo. Como ya ha desembolsado 0,77 euros por acción y el pago total era de 1,60 euros, estaba previsto que los accionistas cobraran 0,83 euros por cada título en la primavera de 2012. Ya no será así. Obtendrán en efectivo 0,53 euros y el resto (0,30 euros) lo recibirán en forma de acciones de la autocartera de la compañía. En estos momentos, la empresa tiene algo menos del 2% del capital en forma de acciones propias.
Por lo menos con cargo a 2011 los accionistas recibirán el pago previsto. En 2012 no será así. Telefónica había prometido pagar 1,75 euros por acción; ahora reconoce que solo abonará 1,50 euros y no todo en efectivo. El dinero contante y sonante llegará a 1,30 euros por título; el resto vendrá en forma de recompra de acciones para su posterior amortización.
Para 2013 el escenario está menos decidido. Por supuesto, está descartado que Telefónica pague los prometidos 1,75 euros por acción como mínimo. El nuevo suelo son 1,50 euros, aunque queda por definir si se paga en efectivo, en acciones o en una combinación de ambas posibilidades.
"Estamos ajustando el dividendo a la realidad del mercado", resumió el director financiero de la operadora, Ángel Vilá, en una conferencia con analistas convocada para explicar el recorte del dividendo al mercado. La remuneración sigue siendo atractiva, a juicio de los ejecutivos de Telefónica, y permite a la compañía seguir creciendo e invirtiendo, algo que una alta remuneración ponía en peligro, sobre todo por la caída de los resultados provocada por la crisis europea y la fuerte competencia en España.
Eso es lo que apuntaban los analistas desde hacía meses. Si Telefónica va a pagar todo su beneficio en dividendo, ¿dónde queda la posibilidad de invertir para poner en aprietos a la competencia y mejorar el servicio o de aprovechar las oportunidades del mercado para comprar activos a bajo precio? "Este movimiento mejora nuestra flexibilidad financiera", reconocía en la conferencia el director financiero de la operadora.
Recambio en el consejo
El mismo consejo de Telefónica que ha aprobado la reducción del dividendo ha aceptado la dimisión de Vitalino Nafría, consejero dominical y vicepresidente en representación del BBVA. Nafría ha sido consejero durante seis años y presenta la renuncia tras su jubilación del banco. Ignacio Moreno, también del BBVA, será su sustituto como consejero dominical, mientras que José María Abril asumirá la vicepresidencia.