El Banco de España cuestiona los test de estrés y aboga por que no se repitan

El Banco de España cargó ayer contra la efectividad de los test de estrés. El Informe de Estabilidad Financiera del supervisor asegura que estas pruebas no han cumplido con su objetivo de devolver la confianza hacia el sector bancario europeo y aboga porque no se repitan en el futuro.

Las pruebas de resistencia que han pasado la banca europea en tres ocasiones siguen dando que hablar. A la espera de que la Autoridad Bancaria Europea (ABE) ofrezca esta semana los datos definitivos del último examen, el Banco de España realizó ayer una crítica a hacia los ejercicios.

En un artículo recogido en el último Informe de Estabilidad Financiera del supervisor, divulgado ayer, dos técnicos del Banco España apuntan que "a juzgar por cómo el mercado ha relativizado el valor de los estrés test, las pruebas de resistencia no parecen haber servido como punto de inflexión para hacer retornar la confianza sobre la capacidad del sector bancario europeo".

En el último ejercicio realizado por la ABE, en octubre, el organismo cifró en 26.161 millones las necesidades adicionales de capital que tenía la gran banca española (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Popular). Aunque en el conjunto de la Unión Europea el déficit de capital ascendía a 106.000 millones, los inversores y analistas le dieron poca credibilidad a los test.

El informe del Banco de España recurre a uno de los ejemplos más palmarios de la inconsistencia de las pruebas: el caso Dexia. La entidad tuvo que ser rescatada recientemente por Bélgica, Francia y Luxemburgo a pesar de obtener un buen resultado en los test de estrés de julio.

El artículo, firmado por dos técnicos del departamento de estabilidad financiera del Banco de España, destaca dos motivos por los que las pruebas no han sido efectivas. "Uno, el momento: la gravedad de la crisis de la deuda pública, alcanzando momentos de máxima tensión, probablemente dejó en un segundo plano las pruebas de resistencia, impidiendo -o, al menos, dificultando- su capacidad como catalizador de un cambio de percepción sobre el sector bancario. Y, otro, la exigencia a las pruebas de estrés de objetivos alternativos al tradicional de evaluación y valoración de la capacidad de resistencia de las entidades".

Aunque el supervisor asegura en el informe que la opinión de los autores no refleja "necesariamente" la opinión del Banco de España, los artículos recogidos en las publicaciones del organismo suelen indicar la posición del mismo sobre asuntos de actualidad.

La regularidad de las pruebas

Otros de los puntos que se cita para el limitado efecto de las pruebas es el hecho de que se hayan repetido en varias ocasiones. Los técnicos del supervisor consideran que ofrecer una lista con "aprobados y suspensos" desborda los objetivos iniciales de los test de estrés y que la realización periódica de los mismos podría ser contraproducente. "Someter a un cuestionamiento permanente sus resultados desvirtuaría lo valioso de la información ofrecida y el propio papel de las autoridades supervisoras europeas y nacionales".

BFA recomprará 3.000 millones en deuda con descuento

Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz del grupo Bankia, lanzó ayer una oferta de recompra con descuento para más de 3.000 millones en deuda subordinada y preferentes. Se trata de cerca de una veintena de emisiones lanzadas por las siete cajas del grupo por un importe de 3.038 millones de euros, de los que solo 166,32 millones, un 5,47 %, corresponden a emisiones de deuda preferente.El objetivo de BFA con esta oferta es gestionar los pasivos del grupo en línea con los nuevos requerimientos de capital, al tiempo que ofrecen alternativas a los grandes inversores en un mercado con escasa o nula liquidez.Tras la oferta de BFA, los titulares de estas emisiones podrán realizar ofertas hasta el 2 de diciembre. El importe máximo que tiene intención de emplear en la oferta es 750 millones, aunque aclara que se reserva el derecho de gastar más o menos.

La cifra

26.161 millones de euros fue el déficit de capital para la gran banca española detectado por la Autoridad Bancaria Europea (ABE).