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España prevé condiciones más duras en la cámara LCH.Clearnet

La banca reclama a Draghi más garantías para evitar un colapso de liquidez

El avance de las primas de riesgo en la zona euro está estrangulando la financiación de la banca, que está en negociaciones con el BCE para que amplíe el rango de activos que acepta como colateral para prestar liquidez. La banca española teme además que en breve se endurezcan las condiciones de acceso a la cámara LCH.Clearnet, como sucedió la pasada semana con la deuda italiana.

El presidente del BCE, Mario Draghi.
El presidente del BCE, Mario Draghi.Reuters

El Banco Central Europeo insiste en desmarcarse como el salvador de los países con problemas en su deuda soberana. Distinta es su actitud frente a las entidades financieras, con las que se ha comprometido desde el inicio de la crisis a garantizarles la liquidez y que ahora le reclaman ayudas adicionales a la vista de que las vías de financiación se secan sin remedio. Fuentes de mercado reconocen que la desconfianza domina por completo el mercado interbancario -"quién va a prestar a una entidad de Francia con la elevada exposición que tiene su banca a la deuda italiana y griega", señalan desde una entidad española-. El mercado de capitales hace tiempo que quedó cerrado y el programa de compra de cédulas que tenía previsto poner en marcha el BCE para reabrirlo -por importe de 40.000 millones de euros- ha quedado arrollado por la cruda realidad de la crisis de deuda soberana. Y la amenaza llega también a las cámaras de contrapartida, en especial la LCH.Clearnet, el gran oasis que habían encontrado los bancos para financiarse, como alternativa al interbancario y el mercado de capitales.

La LCH.Clearnet -que actúa de intermediario para que los bancos superen su desconfianza y se presten entre sí- ya endureció la pasada semana las garantías que pide para aceptar deuda soberana italiana como colateral. Y en la banca española se teme que, a la vista del repunte imparable de la prima de riesgo, la deuda española siga en breve el mismo camino. "La semana pasada ya saltaron las alarmas en LCH.Clearnet para la banca italiana cuando el diferencial pasó los niveles de prima de riesgo en que está España. Nos tememos que en breve suceda lo mismo para la deuda española", señalan desde una entidad.

Ante este panorama, el BCE surge como fórmula de último recurso para obtener financiación. "De aquí a fin de año va a dispararse la apelación al BCE", reconocen en el sector. La institución ya prestó en octubre a la banca italiana 111.300 millones de euros, una cuantía que casi triplica lo solicitado en junio y que, aun así, está resultando insuficiente. De hecho, en una reunión mantenida el miércoles con Mario Draghi, los principales ejecutivos de banca europea reclamaron al BCE que amplíe los activos que pueden presentarse como colateral a cambio de liquidez. Fuentes financieras apuntan que hay entidades que están muy cerca de haber consumido al máximo la denominada segunda línea de liquidez, es decir, los activos de los que se pueden ofrecer como garantía para lograr financiación. Dexia ya pasó por esa situación, lo que precipitó su intervención. Y la banca intenta ahora que el BCE abra aún más la mano, aceptando incluso como colateral parte de la cartera de renta variable o determinadas titulizaciones.

"En estas condiciones de mercado solo es posible financiarte en el día a día, es muy difícil planificar la financiación en el medio plazo, teniendo en cuenta los vencimientos futuros", reconocen en un banco español. Y para buscar liquidez de urgencia, las entidades recurren también a las ventas de deuda soberana, alimentando un poco más la espiral de la crisis actual.

Bonos valencianos

La Generalitat Valenciana volverá a vender bonos patrióticos a un plazo de uno o dos años y un interés respectivo del 4,75% y del 5,50%. El importe mínimo será de 5.000 euros. La liquidación de intereses será a vencimiento y no se garantiza el capital invertido. Esta no es la primera vez que el Gobierno regional coloca deuda. En diciembre del año pasado, anunció una emisión de 1.000 millones de euros, ampliables hasta 1.500 millones al 4,75% a un año. Y en mayo de 2011, cerró una emisión de estos mismos bonos para minoristas por 720 millones de euros a uno y dos años con rentabilidades del 4,25% y del 4,75%, informa T. Nogueras.

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