Bombardier fabricará aviones desde Marruecos
Bombardier da un paso más en su estrategia para hacer frente a Airbus y Boeing. El grupo canadiense invertirá 148 millones en Marruecos para levantar una planta que participará en su cadena de fabricación de aviones.
La empresa ha hecho el anuncio al término de la feria aeronáutica de Dubai, donde ha avanzado que pretende comenzar con los trabajos de construcción de las nuevas instalaciones el año que viene.
El emplazamiento de la nueva planta está pendiente de negociación con las autoridades marroquíes, al igual que el tipo de componentes que se fabricarán en el centro. En todo caso, Bombardier quiere que la factoría esté ya operativa en 2013 y prevé que, inicialmente, se dedique al ensamblaje de estructuras aeronáuticas sencillas.
La inversión de 200 millones de dólares (148 millones de euros) se repartirá a lo largo de ocho años. El objetivo del grupo es que, para finales de 2020, sus instalaciones en Marruecos cuenten con una plantilla de 850 trabajadores especializados.
"En nuestro sector, la globalización ha abierto nuevos mercados y nuevas oportunidades", ha apuntado el máximo responsable del negocio aeronáutico de Bombardier, Guy Hachey, quien ha adelantado que la compañía quiere que la inversión sirva como catalizador para la industria aeronáutica marroquí.
¿Por qué ha elegido Bombardier Marruecos? Por tres razones clave: unos costes de producción competitivos a nivel internacional; unos costes de transporte y envío bajos; y su proximidad a Europa, donde quiere plantar cara, de tú a tú, a Airbus y Boeing.
En los últimos meses, el grupo canadiense (tercer fabricante mundial de aviones) está tomando decisiones clave para tratar de arañar cuota de mercado a los dos grandes del sector y ganar una posición ventajosa a medio y largo plazo. Así, a finales de marzo, firmó un acuerdo marco de colaboración con el grupo chino Comac, otro de los interesados en romper el duopolio de facto del sector aeronáutico.
La gran apuesta de Bombardier en estos momentos son los aviones de la serie CS, de entre 110 y 145 asientos. Unas aeronaves más pequeñas que las de un solo pasillo que ofrecen Airbus y Boeing (con sus A-320 y sus 737) pero más modernas y con un consumo de combustible tan eficiente como inclinar la balanza a su favor en el caso de algunas aerolíneas.
Según las propias previsiones de Bombardier, en los próximos 20 años, este segmento del mercado aeronáutico moverá 424.000 millones de dólares (314.000 millones de euros), con una demanda equivalente a 7.000 aviones.