EE UU estudia la seguridad de los coches eléctricos
El incendio en la batería de litio-ión de un Chevrolet Volt ha provocado que los reguladores de la seguridad automovilística del país investiguen los riesgos de este tipo de dispositivos.
Los reguladores de la seguridad en los automóviles de Estados Unidos investigan los riesgos de las baterías de litio-ión que incorporan los nuevos vehículos con motores eléctricos, después de conocerse el incendio de una batería de este tipo en un Chevrolet Volt.
Para ello, se han puesto en contacto con todos los productores del país que venden este tipo de vehículos o que van a hacerlo en el futuro, incluidos Nissan, Ford y la propia General Motors, para preguntarles acerca de los riesgos para la seguridad que entrañan este tipo de baterías.
El incendio del Volt tuvo lugar en un centro de pruebas de Winsconsin, Estados Unidos, cuando se encontraba aparcado. Tres semanas antes había pasado las pruebas de choque. Según testigos consultados por Bloomberg, el incendio fue tan considerable que incluso provocó que otros vehículos que estaban aparcados a su alrededor también fueran afectados por el fuego. Según las primeras investigaciones, todo hace indicar que la batería de litio-ión fue el origen de la deflagración.
La agencia de seguridad del tráfico estadounidense, la NHTSA, afirma en un comunicado que "a medida que los fabricantes continúan desarrollando vehículos de todo tipo -eléctricos, de gasolina o diésel- es fundamental que den los pasos necesarios para garantizar la seguridad de los conductores y personal de emergencia, tanto durante como después de un accidente", para añadir que "no creemos que los vehículos eléctricos, en este caso el Volt, sean más proclives a los incendios que los que utilizan gasolina. Todos tienen riesgo de incendio en accidentes graves.
Greg Martin, portavoz de general Motors, ha afirmado que el Volt, en el que se han invertido 300.000 horas de pruebas, no supone un peligro para los conductores convencionales y se muestra convencido de su seguridad.
Las baterías de litio-ión, además de ser parte fundamental en el nuevo modelo de movilidad eléctrica, también son una parte costosa dentro de la fabricación de este tipo de vehículos. Su precio está estimado entre unos 10.000 y 15.000 euros, y su vida útil en un coche eléctrico se calcula en 10 años. Algunas compañías como Renault apuestan para sus modelos por el alquiler de las baterías. Por ejemplo, en el caso del Twizy, la cuota mensual va desde los 45 a los 50 euros al mes. El precio al año, por tanto, es de unos 600 euros, y tomando como bueno el dato de los 10 años de vida útil, el coste de la batería se eleva a 6.000 euros adicionales al resto del mantenimiento que precisará le vehículo.