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La cotización de la moneda única ha caído un 6% frente al dólar desde el máximo de mayo

La depreciación del euro abarata las exportaciones y la factura energética

En los últimos seis meses, el euro se ha abaratado un 6% respecto al dólar, situando su cambio en 1,38 dólares. Esa depreciación ha provocado una mejora en la posición competitiva de las exportaciones españolas y una rebaja sustancial en la factura por la importación de petróleo.

La cotización del euro frente al dólar tocó mínimos en junio de 2010, cuando se cambiaba a 1,19 dólares. Desde esa fecha emprendió una escalada alcista, no sin ciertos altibajos, que le llevó a tocar máximos en mayo de 2011, cuando el cambio llegó a 1,48 euros, dañando seriamente la competitividad de las exportaciones españolas frente al resto de países desarrollados.

Más de la mitad de lo que España exporta al extranjero lo hace a países de la zona euro, en los que las subidas y las bajadas de la moneda única no influyen. Sin embargo, la crisis en la gran mayoría de socios comerciales que comparten moneda, fuertemente castigados por la rebaja del déficit y el abultado endeudamiento, ha obligado a las empresas exportadoras a trasladar parte de sus ventas fuera de la UE para compensar la caída de la demanda. Así se puede constatar en las últimas cifras de comercio exterior, correspondientes a los ochos primeros meses del año, en los que la cuota de ventas a la zona euro ha bajado hasta el 52,6%, el mínimo en los últimos seis años, mientras que las ventas fuera de esa región han tocado máximos al alcanzar el 47,4%.

Y esas últimas sí están afectadas directamente por lo barato o lo caro que esté la moneda única. Un euro muy sobrevalorado respecto al dólar encarece las exportaciones españolas a los países del área dólar y reduce su competitividad frente a otras naciones. Solo en mayo y junio, las exportaciones perdieron un 1,3% y un 1,8%, respectivamente, de posición competitiva respecto a los países que conforman la OCDE, según la estadística que elabora el Ministerio de Economía.

Esa pérdida de competitividad se ha ido moderando en los siguientes meses, gracias a la depreciación experimentada por el euro, que se ha abaratado un 6% respecto al dólar entre mayo y noviembre. Esa bajada ha representado un balón de oxígeno para las empresas exportadoras, que han mejorado su posición competitiva y no han tenido que tocar márgenes ni precios para seguir ganando cuota en el exterior. De hecho, un 57% de las empresas consultadas por Industria en la última encuesta de coyuntura, correspondiente al tercer trimestre, considera que los márgenes y los precios se han mantenido estables y no han sufrido variaciones entre julio y septiembre.

Pero, además de ofrecer un respiro a las ventas al exterior, el abaratamiento del euro tiene un efecto directo sobre el elevado gasto anual que asume España para la compra de petróleo y derivados. Algo que no es baladí, si se tiene en cuenta que dos terceras partes del actual déficit comercial se produce por esa partida. Entre enero y agosto, el déficit por la compra de petróleo se elevó a 20.303 millones.

El abaratamiento del euro supone una rebaja sustancial de esa factura, aún más importante cuando el barril de Brent, de referencia en Europa, ya ha roto definitivamente el techo de los 100 dólares. El crudo cotiza en dólares, con lo que una depreciación del euro o, lo que es lo mismo, una apreciación del dólar puede ahuyentar los movimientos especulativos y contener los precios, en niveles muy elevados en lo que va de año. Entre enero y octubre, la media se ha mantenido en 111,2 dólares por la coincidencia de dos factores; el conflicto en Libia, uno de los principales productores del mundo, y la pujante demanda de los países emergentes, como China o India.

Las cifras

111,2 dólares es el precio medio en lo que va de año del barril de Brent, de referencia en Europa.20.303 millones de euros es la cifra a la que se ha elevado el déficit español por compra de crudo y derivados entre enero y agosto. Supone el 66% del déficit comercial.

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