Brasil se niega a invertir directamente en el EFSF
Brasil ha sido durante la cumbre del G20 uno de los países emergentes más cortejados por la UE para que colabore con el fondo de rescate, aunque su presidenta, Dilma Rousseff, aseguró públicamente que no lo va a hacer.
"No tengo intención de invertir en el fondo. Si los europeos no tienen planes de contribuir (con más recursos), ¿por qué lo tengo que hacer yo?", se preguntó Rousseff en la rueda de prensa de conclusión de la cumbre del G20.
La dirigente brasileña se refería a los planes de la Unión Europea, aprobados en una cumbre la semana pasada, de dotar al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) de los 440.000 millones que cuenta actualmente, hasta el billón de euros, para poder acudir al rescate de los países que lo necesiten.
Para llevarlo a cabo sin exigir aportaciones adicionales a los miembros de la eurozona, se ideó la creación de una entidad paralela que podría abrirse al capital de países emergentes con fuerte crecimiento, como China o Brasil.
Mientras China se ha mostrado cautelosa y ha afirmado que necesita estudiar con detalles el proyecto, Brasil ha indicado que puede ayudar a Europa, pero a través del Fondo Monetario Internacional.
"Prefiero invertir más recursos en el FMI, porque al menos sé que ahí cuento con una garantía, con un colateral", afirmó la presidenta, que se mostró responsable con el dinero que sale del "sudor del pueblo brasileño".
Rousseff indicó que su postura es compartida por el resto de los países del llamado grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Aunque China no lo ha dicho públicamente, la dirigente brasileña indicó que Hu Jintao le reconoció que prefiere contribuir también a través del FMI.