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Columna
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Recorte griego

Cómo será la gravedad del recorte para los acreedores de Grecia? Podría pensarse que fue lo que se acordó en la cumbre del euro la semana pasada: el valor nominal de sus tenencias de bonos será reducido a la mitad. Pero el cupón que se pagará por los nuevos bonos está aún por marcar. Si la eurozona juega duro, las pérdidas económicas reales podrían estar más cerca del 60%, según Breakingviews.

El acuerdo provisional entre la eurozona y el Instituto de Finanzas Internacionales, que negocia en nombre de los bancos, contempla que los acreedores intercambien viejos bonos por nuevos con una reducción de la mitad de su valor nominal. La zona euro contribuirá al acuerdo con 30.000 millones de euros como edulcorante para la protección del principal de los nuevos bonos. Parece también que los nuevos bonos tendrán un vencimiento de 30 años.

El edulcorante quiere decir que principal y cupones sobre los nuevos bonos deben descontarse a tasas diferentes, dado que los antiguos están protegidos pero los últimos no. Una tasa baja, digamos de un 3,8%, equivalente al coste de financiación para el fondo de rescate de la eurozona, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, parece apropiado para el principal. Se necesita una tasa más alta para los cupones, de, por ejemplo, un 9%, más o menos lo que rindieron los bonos del país cuando fue rescatado en 2010. La variable clave es el cupón. Si los bonos pagaran un 6%, como sugirió la prensa griega la semana pasada, equivaldrían a un 94% de su nuevo valor nominal. Teniendo en cuenta la reducción de la mitad de su valor nominal, las pérdidas totales para los tenedores de bonos serían del 53%. Pero si el cupón se ajusta al coste medio de la deuda existente de Grecia, de alrededor del 5%, el valor de los nuevos bonos sería solo el 84% y la pérdida total del 58%.

Los bancos podrían tratar de negociar otros edulcorantes para minimizar el dolor -por ejemplo, promesas para incrementar los cupones si Grecia crece más rápidamente en el futuro-. Pero su creatividad se verá limitada por el hecho de que se prevé que Atenas tenga una deuda del 120% de su PIB en 2020, incluso después de la reestructuración de la deuda.

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