"Se han creado bodegas sin proyecto empresarial claro"
El recién nombrado consejero delegado del holding vitivinícola, una bodega con 120 años de historia, cree razonable una reconversión del sector por la caída del consumo
Ángel Barrasa trabaja desde hace seis años en La Rioja Alta, un grupo vitivinícola con 120 años de historia, con bodegas en Rioja, Rías Baixas y Ribera del Duero y marcas con solera como Viña Ardanza o Gran Reserva 904. Licenciado en Derecho con diplomatura económica, ambas por la Universidad de Deusto, es desde hace una semana el nuevo consejero delegado del holding. Barrasa asegura que la situación del sector en España es complicada, que el futuro pasa por una reconversión que superarán las empresas con deudas y amortizaciones razonables y que cuenten con marcas y red de distribución. "En los últimos años se han realizado inversiones sin proyectos empresariales claros", sentencia Barrasa.
¿Con qué intensidad está afectando la crisis a las bodegas españolas?
A nuestro sector le afectan dos tipos de crisis. La general, la de todos, que ha supuesto una caída del consumo. Y le debemos sumar una específica que viene provocada por los excesos de sobreinversión en nuevas bodegas que se produjeron a finales de los noventa, que han inundado el mercado de vino y han supuesto una bajada de precios.
"Es un secreto a voces que hay bodegas en venta. Se han realizado sobreinversiones"
¿Cómo se arregla esta situación?
Primero, trasladar al cliente final la bajada de precios en origen. Y, segundo, iniciar un proceso de reconversión.
¿Hay bodegas con problemas de continuidad?
Es un secreto a voces que hay bodegas en venta. Se han realizado inversiones suntuosas y desmedidas de empresas de fuera del sector basadas en un endeudamiento fácil sin tener detrás un claro proyecto empresarial.
Y entonces ¿por qué eligieron el mundo del vino para sus inversiones?
Creo que es un negocio bonito, con glamour y muy auténtico y específico porque todos los vinos son diferentes.
Si se produce una reconversión, ¿quiénes quedarán?
Tienen más ventajas las bodegas con una dilatada historia, con endeudamiento y una política de amortizaciones de sus instalaciones razonables y con red de distribución.
¿Puede ser, al igual que en otros sectores, la internacionalización un salvavidas al que agarrarse?
Nosotros, y otras bodegas, hemos apostado por el mercado exterior sin descuidar el interior, que debemos mimar y mantener porque pueden volver los buenos tiempos y quedarán los que han sabido hacerlo bien.
Dibuje, por favor, el grupo La Rioja Alta, un holding vitivinícola en manos de las familias fundadoras...
Partimos de una historia de 120 años que nos ha llevado a facturar unos 30 millones de euros, contar con una plantilla de 250 trabajadores y cuatro bodegas en Rioja, Ribera del Duero y Rías Baixas. En los ochenta se realizó un importante proceso de inversión y expansión para configurar el actual grupo empresarial.
¿Cómo están capeando la crisis?
Una de nuestras fortalezas es la buena situación financiera fruto de una política de reinversión de dividendos. Tenemos, además, marcas, y estamos trabajando bien y fortaleciendo la exportación. Vendemos más en el exterior y a precios más caros que en España cuando no es lo habitual. En 2010, la exportación representó el 30% de nuestras ventas. En lo que llevamos de ejercicio ese porcentaje ha aumentado hasta el 35%. También hemos realizado un intenso trabajo de eficiencia interna.
¿Con ese dibujo de empresa tienen previsto realizar alguna compra?
Estamos bien dimensionados en las principales denominaciones de origen españolas. Hasta ahora nuestro crecimiento ha sido fundamentalmente orgánico. No obstante, si hubiera un proyecto atractivo y de mucha calidad, lo podríamos estudiar.
En los últimos años se han publicado en los medios de comunicación los problemas en algunas bodegas familiares...
En La Rioja Alta los accionistas son los descendientes de los fundadores de hace 120 años. Las bodegas familiares tienen futuro si se traslada a los sucesores la pasión por la empresa y trabajar sin pensar en los pelotazos. Esa idea, no exenta de complicaciones, es la que se ha instalado en nuestro grupo.
Volvamos al sector en general. ¿Qué denominaciones están afrontando mejor estos tiempos duros?
La que está capeando mejor la crisis es la Denominación de Origen Rioja. Ha bajado precios al resto de denominaciones. Creo, también, que ha demostrado más dinamismo que otras.
¿Con precios bajos se resiente el cultivo de los viñedos y la calidad de la uva?
Todas nuestras bodegas se autoabastecen al 100% con uvas de sus propios viñedos, lo que nos garantiza un nivel óptimo. La crisis puede poner en riesgo la calidad, porque si a los viticultores se les paga poco por la uva, no trabajarán con esmero sus viñas.
¿Es el enoturismo un interesante nicho de negocio?
Creo que es muy atractivo el acercamiento de los aficionados y consumidores de vino a las bodegas para propagar la cultura enológica.