París defiende su triple A pese su apoyo a la banca
La contribución de Francia al rescate de Dexia no pondrá en peligro la máxima calificación financiera de la deuda soberana del país, que conserva su triple A. Al menos así, lo cree el gobierno, en opinión del ministro francés de Economía, François Baroin, que sostuvo ayer que la crisis del banco franco-belga Dexia no agrava la deuda del país. Y la agencia de calificación financiera Fitch también salió ayer a rebajar la presión sobre la deuda gala al afirmar que "los esfuerzos de Francia por estabilizar el sistema bancario pueden ser positivos", a pesar de que un aumento en las garantías estatales no sea en principio una buena noticia.
La inquietud por que Francia pueda perder la triple A saltó al mercado en el mes de agosto, cuando comenzaron a manifestarse los problemas de liquidez de sus principales bancos y que han desembocado en la crisis de Dexia, declarada este pasado lunes. La posibilidad se avivó además tras el recorte de rating a Estados Unidos por parte de Standard & Poor's, que le retiró la triple A.
El plan de actuación contemplado para Dexia pasaría por la venta de las unidades más rentables y la creación de un banco malo que aglutine los activos más tóxicos y que contaría con la garantía de Francia y Bélgica, reticentes en cambio a inyectar nuevamente capital público.