La Armada se pone en valor durante la Semana Naval
Inaugura la exposición 'Armada Española, una inversión segura', en su sede madrileña
Madrid no puede convertirse en puerto de mar por mucho que hayan soñado con ello ingenieros y escritores, pero al menos durante esta semana es el centro de la navegación española. La Armada ha decidido convocar anualmente una Semana Naval, que se desarrolla estos días con dos exposiciones como eje en su museo del paseo del Prado: Armada Española, una inversión segura, e Historia de la Navegación. Ambas pueden visitarse en las jornadas de puertas abiertas de la institución hasta el domingo.
El propósito de la primera muestra es, en palabras del almirante jefe de Servicios Generales, Carlos Breijo Ruiz, en la presentación de los actos, "demostrar el impacto de la industria militar naval en la economía española, con contratos de exportación en los últimos 15 años por 4.100 millones de euros que han generado más de 35 millones de horas de trabajo".
Armada Española, una inversión segura recuerda a la opinión pública que el mar sigue siendo el medio de transporte del 90% del comercio mundial. España, estratégicamente situada en el centro de las principales rutas marítimas, ha sido con frecuencia clave en este proceso. La Armada quiere insistir en que la inversión en medios navales militares que garanticen la seguridad de ese comercio facilita su desarrollo.
Las características del sector naval de defensa (alta tecnología, fuertes inversiones, procesos de desarrollo largos y complejos) hacen que sea accesible a muy pocas empresas, que requieren una estrecha colaboración con la Armada, como cliente, para poder crecer y ser competitivas internacionalmente.
En la actualidad, el 42% de la facturación total de la industria naval en España corresponde al Ministerio de Defensa. Si añadimos la parte correspondiente a las exportaciones, la facturación militar se eleva al 73% total del sector. La Armada estima que la construcción naval militar proporciona empleo a 42.700 trabajadores, de los que 5.500 son empleos directos; 10.000, indirectos en el propio astillero, y 27.200, inducidos en la industria auxiliar. Existen 2.700 empresas, la mayoría pymes, que suministran productos a los astilleros de construcción naval militar.
En la actualidad, la industria española se encuentra embarcada en la construcción de submarinos para Malasia, destructores para Australia, patrulleros para Venezuela y fragatas para Noruega, este último el programa más caro de los activos, con una carga de 17 millones de horas de trabajo.
La propia Armada despliega sus busques por puertos de los cinco continentes en ejercicios y operaciones, constituyendo el mejor escaparate y apoyo para la industria naval de defensa. Por ejemplo, la visita de la fragata Álvaro de Bazán a Australia contribuyó decisivamente a la adjudicación a la industria nacional del contrato de tres destructores para la Marina de ese país.
La muestra exhibe también los programas de construcción nacionales en curso, como el buque de proyección estratégica Juan Carlos I, los submarinos S-80, las fragatas F-100 y los patrulleros BAM.