El juzgado evita archivar la querella de minoritarios contra Metrovacesa
El Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ha admitido a trámite un recurso de apelación contra el archivo de una querella presentada por un grupo de accionistas minoritarios contra Metrovacesa. Acusan de operaciones irregulares a los tres últimos equipos ejecutivos de la inmobiliaria.
El Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ha admitido el recurso de apelación presentado contra el archivo de una querella elaborada por accionistas minoritarios de Metrovacesa contra los tres últimos presidentes de la inmobiliaria -Joaquín Rivero, Román Sanahuja y Vitalino Nafría-. El recurso se admitió en agosto y ha sido comunicado este mes.
La representación legal de los minoritarios, el despacho coruñés de Santiago Nogueira, presentó la querella el pasado mes de marzo por "posibles operaciones mercantiles irregulares" ocurridos en Metrovacesa y hechos "que pueden ser constitutivos de un delito societario. Los hechos demandados van desde el acuerdo de separación de Metrovacesa acordado en 2007 entre sus principales accionistas, la familia Sanahuja y el empresario Joaquín Rivero, hasta la actitud del actual equipo directivo de la compañía, dice, de desistir en reclamar presuntas garantías a los anteriores propietarios del grupo.
El juez decretó el sobreseimiento de las actuaciones en tan solo dos días. En su recurso de apelación la defensa de los accionistas minoritarios de Metrovacesa llama la atención sobre tal celeridad, lo que "nos hace temer que el señor instructor no haya dedicado todo el tiempo requerido al estudio de la misma" y que por eso "la resolución recurrida no guarde el necesario decoro jurídico, dicho sea con el respeto debido". De acuerdo a fuentes jurídicas consultadas, la admisión del recurso de apelación tendrá que pasar ahora a la Audiencia Provincial de Madrid para que se decida si el caso vuelve al juzgado.
Los mismos accionistas minoritarios presentaron una denuncia a través del despacho de José Luis Abascal Escudero en 2010 ante la Fiscalía Anticorrupción, por diversas operaciones realizadas por Metrovacesa, entre ellas la adquisición de la sede en Londres del HSBC. La inmobiliaria compró el rascacielos en 2007 por 1.600 millones estando controlada por la familia Sanahuja; un año después lo vendió por 600 millones menos.
Un testigo en el proceso contra Rivero
En el proceso que se sigue contra el expresidente de Metrovacesa Joaquín Rivero, por la querella presentada por Anticorrupción en noviembre del pasado año, queda un testigo por declarar, con residencia en el extranjero, para cerrar las diligencias previas a la decisión del juez de iniciar o no juicio. La fiscalía sostiene que Rivero ganó 2,8 millones invirtiendo en acciones de Metrovacesa tras el pacto al que llegó en Nochebuena de 2005 con Román Sanahuja y Luis Portillo sobre acciones de Metrovacesa.
El acuerdo no fue publicado por la CNMV hasta el 30 de diciembre de ese año. Metrovacesa anunció ese día que Portillo había llegado a un acuerdo para vender su participación del 5,66% a Rivero (que se hacía con el 1,72% del capital) y a Román Sanahuja (que se quedó con el 3,94%). Tras el pacto de La Palmera -nombre del palacete de Portillo en Sevilla, donde se cerró el acuerdo-, Sanahuja lanzó una opa sobre Metrovacesa. Rivero, asociado con el empresario Bautista Soler, contestó con una contraopa. En la actualidad Metrovacesa está controlada por varios bancos españoles. Santander es el primer accionista.