Los temores sobre la deuda de EEUU arrastran a la baja el precio del crudo
El desacuerdo entre los partidos Republicano y Demócrata para elevar el techo de endeudamiento en EEUU y evitar la suspensión de pagos lastró esta semana el precio del petróleo, que en el caso del Texas estadounidense llegó a depreciarse más de un 4%, hasta los 95,7 dólares por barril.
Las ganancias acumuladas la semana pasada tras el cierre del segundo rescate financiero a Grecia se diluyeron esta semana ante la incertidumbre de la situación en Estados Unidos, donde los dos grandes partidos siguen enredados en una negociación sobre la que pende la fecha límite del martes 2 de agosto.
Ya desde comienzos de la semana, el temor a que no haya acuerdo y el país se quede sin fondos para atender sus pagos, empujó a la baja un 0,6 por ciento las cotizaciones del "oro negro".
Además, volvieron a aparecer dudas sobre la solidez del rescate a Grecia en una jornada marcada por la decisión de la agencia de calificación Moody's de rebajar tres niveles la nota de la deuda soberana griega, dejándola en Caa1, a un escalón del "impago".
Así las cosas, la sesión del martes insufló una cierta recuperación en los mercados del crudo, gracias a la publicación de los resultados de la petrolera BP, que obtuvo un beneficio neto de 5.620 millones de dólares en el segundo trimestre.
Además, la debilidad del dólar frente a otras divisas como el euro, tuvo el habitual efecto de animar las compras de materias primas que, como el petróleo, se negocian en la moneda estadounidense.
A partir del miércoles, el nerviosismo de los mercados por la situación en Estados Unidos se tradujo en un generalizado estado de volatilidad, con fuertes altibajos intradía de los precios del crudo.
No fue de ayuda la publicación ese día de los datos de reserva de crudo en Estados Unidos, que mostraron un aumento de 2,3 millones de barriles la semana pasada.
El Departamento estadounidense de Energía anunció que las reservas de crudo suman 354 millones de barriles, por encima del promedio para esta época del año, pero un 1,9 por ciento menores que las de hace un año.
El jueves, ni siquiera los datos positivos sobre empleo en EEUU, que apuntan a una recuperación económica en el país, ayudaron a contener el miedo a los efectos que pudieran tener una declaración de impago en Estados Unidos en la economía mundial y, por ende, en el consumo de petróleo.
A esas especulaciones se añadieron el viernes datos negativos sobre la evolución de la economía estadounidense, que en el trimestre de abril a junio creció un 1,3 por ciento, por debajo de los esperado por los analistas.
Esa acumulación de malas noticias fue mal recibida en los mercados, que cerraron la semana con rotundas bajadas en el precio del crudo.
Especialmente afectado se vio el Texas estadounidense, que marcó el viernes un precio de 95,7 dólares por barril en la Bolsa de Nueva York, un 4,2 por ciento menos que hace una semana.
Por su parte, el Brent de referencia en Europa cerró la semana a 118,67 dólares, un 1,6 por ciento por debajo del precio del pasado viernes.
Pese a ello, la consultora KBC aseguró en su análisis semanal del mercado que, incluso de llegar EEUU a declarar un impago, "sólo una crisis prolongada podría tener algún impacto grave en el mercado energético".
KBC argumenta que el principal efecto de una falta de acuerdo en EEUU sería el cierre de servicios públicos, pero "se seguirá comprando crudo, se seguirán produciendo y consumiendo gasolina y diesel", aunque el precio de estos productos sufriría un encarecimiento en Estados Unidos.