Difícil sustituto del bono de EEUU como referente
La deuda de EEUU es el gran referente mundial en el mercado de renta fija. La liquidez sin precedentes que mueve, el tamaño de sumercado, la elevada calidad crediticia detrás de los bonos americanos y su papel en el sistema financiero mundial como anclaje de los mercados de deuda hacen difícil encontrar un sustituto viable en el medio plazo.
De ahí que Fitch espere que mantenga su papel como referencia mundial incluso si Estados Unidos pierde la máxima calificación crediticia, la preciada triple A. "La posición financiera de EE UU, al igual que la de otros emisores de deuda, se ha deteriorado como consecuencia de la crisis. Sin embargo, la fortaleza de la economía de EE UU y la percepción sobre la elevada calidad crediticia del país probablemente persistirá en el futuro, incluso si EE UU sufre una rebaja de rating moderada", resume Fitch.
La fortaleza crediticia de EE UU es uno de los muchos atributos que sostiene la evolución de la deuda americana. Y los argumentos que esgrime la agencia de calificación de riesgos para avalar su continuidad como referencia son precisamente el excepcional tamaño, dinamismo y diversidad de la economía estadounidense, características que le permiten emitir deuda a una escala sin precedentes.
El tamaño del mercado de deuda de EE UU es además muy superior al de sus comparables más cercanos, aquellos emisores considerados también libres de riesgo, lo que hace difícil encontrar un rival creíble. El mercado estadounidense, cercano a 9,3 billones de dólares es cinco veces superior al Francia (1,8 billones de dólares), Reino Unido (1,8 billones) y Alemania (1,6 billones) juntos. Otras alternativas como el mercado de cédulas alemán (900 millones de dólares) o el español (500 millones de dólares), así como el recién creado Fondo de Estabilidad Financiero Europeo (EFSF en sus siglas en inglés) también resultan muy pequeños en comparación.
La liquidez sin precedentes que mueve el mercado estadounidense es otro factor que avala su hegemonía futura como índice de referencia. El volumen diario de deuda estadounidense que se mueve ronda los 580.000 millones de dólares, según Fitch, una cifra que es casi 10 veces superior a lo que se negocia de deuda británica (34.000 millones de dólares) y la alemana (28.000 millones de dólares) en una sola sesión. La enorme profundidad y liquidez de este mercado permite, por tanto, que los tenedores de bonos conviertan sus participaciones en dólares sin apenas costes, independientemente de las condiciones de mercado, lo que facilita la eficiencia de los mercados.
La crisis ha demostrado también que la deuda de EE UU sirve de refugio en los momentos de más tensión. Así los bonos americanos en manos de extranjeros han pasado de 4 billones de dólares a 4,5 billones desde mediados de 2010 hasta mayo, donde destaca el aumento del 4% de China y del 14% de Japón.
Todo ello sin olvidar el papel clave que juega la deuda de EE UU en el mercado financiero mundial. Por ejemplo cerca del 80% del mercado de repo (préstamos con colateral) utiliza la deuda de EE UU o activos ligados a ella como colateral.