Sebastián dice que "es un lujo" tener a Alberto Lafuente de presidente de la CNE
Lejos de responder a la política del "sálvese quien pueda", que esgrimió ayer el PP en el Congreso, el nombramiento de Alberto Lafuente como presidente de la CNE es "todo un lujo" para esta institución. Así lo aseguró ayer el ministro de Industria en la comparecencia parlamentaria previa al nombramiento de Lafuente y de cuatro nuevos consejeros, que el Partido Popular rechazó.
El candidato propuesto por el Gobierno para presidir la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Alberto Lafuente, y los cuatro consejeros que completarán los relevos en el consejo del organismo regulador, Joan Batalla, Teresa Baquedano, Marina Serrano y Josep Maria Guinart, superaron ayer el trámite parlamentario previo a la ratificación de su nombramiento en el próximo Consejo de Ministros. Como se preveía, estas propuestas fueron respaldadas por CiU y rechazadas por el PP, cuyo portavoz en la Comisión de Industria, Celso Luis Delgado, dijo que su partido, que mantiene bloqueada la renovación de muchas instituciones, no quiere ser cómplice de la política del Gobierno.
Para el PP, se trata de nombramientos políticos que responden al "¿qué hay de lo mío?" o al "sálvese quien pueda", en alusión a que, dando por hecho que su partido va a ganar las elecciones, los candidatos se ponen a buen recaudo en un organismo cuyo mandato es de seis años. Delgado rechazó especialmente los nombramientos de Baquedano y Batalla, por no reunir los requisitos. La primera, "ser un cargo de Industria" y el segundo, por ser el actual jefe de gabinete de presidencia de la CNE.
En su intervención, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, fue contundente al defender a los candidatos, para los que exigió respeto. Tras acusar al PP de "incoherencia y contradicción", dijo que tener a Alberto Lafuente como presidente de la CNE "es un lujo", pues "tiene su futuro profesional y académico garantizado". En cuanto a Teresa Baquedano, Sebastián recordó "que un subdirector no es un cargo político, sino un funcionario". En este sentido afeó al PP su estrategia de bloqueo: "si no quieren funcionarios, ni cargos políticos, ni diputados, ni senadores ni personas de la empresa pública o relacionados con la privada, ¿quién puede ser, para ustedes, presidente de la CNE?". En su opinión, Alberto Lafuente tiene el perfil "más técnico" de todos cuantos han ocupado hasta ahora la presidencia de la Comisión de la Energía .
El titular de Industria criticó el bloqueo del PP a la renovación de muchas instituciones
Con la reforma introducida en la Ley de Economía Sostenible, los poderes y la independencia del consejo del regulador se refuerzan y también, según Sebastián, "se democratiza" el proceso para nombrar a los miembros del consejo, que han pasado de nueve a siete.
En un discurso perfectamente articulado, Alberto Lafuente, recordó que el consejo de la CNE es un órgano colegiado y que la política energética la decide el Gobierno, si bien, la regulación en los servicios básicos "tendrá más relevancia en el futuro". En su opinión, la gran asignatura pendiente es "introducir una competencia efectiva en el sector", especialmente, el eléctrico.
El futuro presidente de la CNE hizo referencia a la independencia y la responsabilidad, entendiendo por tal la lealtad frente a las administraciones públicas, así como la coordinación entre el regulador energético y la Comisión Nacional de la Competencia (CNC). Lafuente abogó por la "excelencia técnica" de un organismo que tiene un personal técnico "de primera fila", algo que hoy no es fácil de encontrar.
"El consejo será plural" y la comisión se regirá por el principio de austeridad, subrayó.
"Un agujero" para Industria
El titular de Industria aseguró ayer que el paso de Teresa Baquedano desde su actual cargo de subdirectora general de Energía Eléctrica al consejo de la CNE supondrá "un agujero" para el ministerio, del que se lamentó. Zaragozana como Marina Serrano y el propio Alberto Lafuente, Baquedano nació en 1958 y es ingeniera industrial y pertenece al Cuerpo de Ingenieros Industriales del Estado. Ha desempeñado distintos cargos en la Secretaría de Estado de Energía, especialmente, en el ámbito de la energía eléctrica, aunque también del petróleo y el gas.
Un joven y eficaz consejero
Joan Batalla es el más joven de los miembros que han pasado hasta ahora por el consejo de la CNE. Nacido el 9 de diciembre de 1974 en Tortosa, es Licenciado en Economía por la Universidad de Barcelona y máster en Dirección General por el IESE y en Regulación Energética por el Instituto Universitario Europeo de Florencia. Ante las críticas lanzadas ayer por el PP por haber sido jefe de gabinete de la actual presidenta, Maite Costa, Batalla mostró su currículum que completa con una importante labor académica y los cargos ejercidos en la Generalitat de Cataluña.
De secretaria del consejo, a vocal
Hasta ahora secretaria del consejo de la CNE, Marina Serrano es licenciada en Derecho y en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza. Ha ocupado varios cargos relevantes como abogada del Estado y fue letrada mayor de las Cortes de Aragón. En 1988 fue nombrada secretaria del consejo y directora jurídica de REE y ocupó con el PP el cargo de directora de Patrimonio del Estado, lo que la convertía en una buena candidata para ocupar la cuota de este partido en la CNE. Sea como fuere, Serrano seguirá el consejo, ya no como secretaria, cargo que ocupa desde 2005, sino como vocal.
El hombre de consenso de CiU
Tras la incorporación hace unos meses de Idoia Zenarruzabeitia, a propuesta del PNV, todo apuntaba a que el Gobierno pactaría también con CiU un vocal para la CNE. El hombre de consenso ha sido Josep Guirart, un barcelonés nacido en 1956, licenciado en Derecho y en Ciencias Empresariales y máster en Dirección de Empresas por Esade. Perteneciente al Cuerpo Superior de la Administración de la Generalitat, ha sido, entre otros, director gerente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Brava, alcalde de L'Escala, vicepresidente de la Diputación de Gerona y diputado por CiU.
"El regulador debe ser independiente del poder político, pero más de las empresas"
Uno de los términos que más se oyó ayer en la Comisión de Industria fue el de independencia. En su intervención, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró que tanto o más importante "es la independencia del regulador ante los poderes políticos, como ante las empresas".También Alberto Lafuente hizo alusión a esta cuestión, al comprometerse a mantener la independencia frente a las administraciones públicas y "a otros intereses".En este sentido, el futuro presidente del organismo regulador, que será nombrado junto a los otros cuatro consejeros el viernes y tomará posesión del cargo el lunes, señaló como uno de sus objetivos la "máxima transparencia en las relaciones que la CNE mantenga con las empresas y otros organismos". Eso sí, preservando siempre el deber de confidencialidad que exige la ley, especialmente, en los procesos de autorizaciones de la función 14 y 15 de la comisión.Lafuente buscará la confianza en un organismo "prestigiado" y se mostró convencido de que "la legitimidad procede más del ejercicio que del origen".Una idea que bien podría aludir a la posición hostil de los populares, que, aunque ayer lo obviaron, han declarado públicamente que dinamitarán el consejo de la CNE (y el de la CMT) si llegan al poder.
"El chalaneo" del PP
Ante la petición del Partido Popular de que los miembros de la CNE sean elegidos por el Parlamento, Miguel Sebastián replicó ayer que, de ser así, y el Gobierno hubiese logrado el consenso parlamentario, el principal partido de la oposición lo habría calificado de "chalaneo".