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Tribuna
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Una medida para ahorrar 12.000 millones en energía

El 16 de junio entraron en vigor nuevas medidas que ahorrarán tanta energía en 2020 como la que se consume actualmente en 32 millones de hogares de la Unión Europea. Un hito importante para la UE en sus esfuerzos por ahorrar energía.

Estas medidas dependen de un equipo que está por todas partes, pero que normalmente nunca vemos. Está en secadores de pelo, lavaplatos, ascensores, sistemas de ventilación de oficinas, en la mayoría de las máquinas, cintas transportadoras y en la industria en general. Me refiero al motor eléctrico, que literalmente está casi en todas partes. Los motores eléctricos son los mayores consumidores de electricidad, con un 45% del total, según un reciente análisis de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Consumen más del doble de la energía que se gasta en iluminación, el segundo gran consumidor. Esto viene a significar que más o menos, una de cada dos centrales de generación se dedica en su totalidad a producir energía para alimentar motores. Dicho de otra forma, con la electricidad generada en todo el mundo desde Año Nuevo hasta el 16 de junio, solo se podrían alimentar los motores eléctricos durante 12 meses.

Las nuevas medidas de eficiencia energética para motores de la UE se espera que ahorren 135 TWh al año a finales de esta década, lo que equivale a la producción anual de 22 reactores nucleares. En términos financieros, este ahorro supone para la UE 12.000 millones de euros anuales. Ahora que Alemania se prepara para cerrar sus centrales nucleares, medidas como esta redundarán en un uso más eficiente, y jugarán un importante papel para ayudar a la mayor economía europea a seguir creciendo sin riesgo de carencias en el suministro eléctrico.

Hay otras muchas cosas que se pueden hacer. El estudio de la AIE, que es el primer análisis global del consumo energético de motores eléctricos, determina que es no solo viable, sino también rentable, ahorrar entre un 20% y un 30% en el consumo total de los motores eléctricos, lo que supone entre un 9% y un 14% del consumo eléctrico total. Y esta reducción es solo la mitad de la que se puede conseguir con el empleo de modernas tecnologías en todas las etapas de generación, distribución y consumo de la electricidad. La tecnología también está evolucionando para permitirnos crear redes eléctricas bajas en carbono que vayan mucho más allá en los ahorros de lo que se puede conseguir con productos aislados. Estas redes inteligentes tardarán en llegar, pero tenemos que empezar a ahorrar desde ahora. La mayor dificultad para materializar el gran potencial de ahorro que se puede conseguir con las tecnologías actuales es el desconocimiento de los beneficios que tienen las opciones disponibles.

Ello queda claramente de manifiesto en una encuesta mundial entre ejecutivos de fábricas realizada este año por Economist Intelligence Unit en nombre de ABB. En ella se determinó que el 60% de las industrias no habían invertido en mejorar la eficiencia energética de sus instalaciones, tanto plantas como equipos, en los últimos tres años. Estos ejecutivos decían que la inexistencia de un proyecto de inversión que demostrase la rentabilidad, la falta de fondos y el desconocimiento de las opciones disponibles eran las tres principales barreras para invertir más en eficiencia energética en sus empresas. Ello es sorprendente teniendo en cuenta que los motores suponen dos tercios del consumo total de electricidad en la industria, y que los costes anuales de la electricidad consumida por los motores en la industria pueden llegar a ser siete veces su precio de compra.

El informe de la AIE contribuirá de alguna manera a abrir los ojos a la realidad, al menos en lo que concierne a los motores. También solucionará una importante carencia en el debate sobre la energía y el clima, al poner de manifiesto una realidad que había sido ignorada por los analistas hasta ahora. Por otra parte, también resalta el papel central de los políticos en la consecución de los ahorros potenciales. La importancia de los motores se refleja en el lenguaje. Cuando decimos que un país o una industria son motor de crecimiento, estamos resaltando su importancia crítica. El informe de la AIE nos lleva al origen de esa metáfora al mostrarnos el papel central de los motores en nuestra economía. La nueva regulación de la UE muestra la importancia que pueden llegar a tener los motores en la solución de los retos energéticos en países como Alemania, y en mejorar la competitividad de la industria.

Joe Hogan. CEO de ABB

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