El crudo como contrapeso de la política
No hay mal que por bien no venga. Las dudas sobre la capacidad de pago de Grecia se han contagiado al mercado petrolífero, donde el barril de West Texas Intermediate cae a mínimos de cuatro meses.
No hay mal que por bien no venga. Las dudas sobre la capacidad de pago de Grecia se han contagiado al mercado petrolífero, donde el barril de West Texas Intermediate cae a mínimos de cuatro meses.
El petróleo sigue actuando como contrapeso a las noticias políticas. La esperanzadora primavera árabe, que está sacando a decenas de millones de personas del yugo totalitario, se cebó con el precio del crudo al afectar a su producción, y llevó el barril de Brent hasta los 126 dólares hace pocas semanas, solo 20 menos del récord del verano de 2008.
Ahora, la crisis de la deuda europea, que amenaza con llevar a Grecia, la cuna de la civilización occidental, a una dramática bancarrota, está relajando los ánimos en el mercado del oro negro. El estancamiento del segundo paquete de rescate para Atenas, fruto, como en el primero, de la resistencia de Alemania, ha llevado hoy al barril de Brent a perder otros dos dólares en el inicio de su cotización en Londres, donde los futuros ya se pagan a 112 dólares.
Frente a la temida crisis de oferta de hace pocos meses, ahora los mercados especulan con una catástrofe macroeconómica en toda Europa, que cercenaría la demanda de crudo a pesar de la pujanza de los países emergentes. La esperada reunión de hoy entre los máximos mandatarios de Francia (Nicolas Sarkozy) y Alemania (Angela Merkel) podría desbloquear la situación. En este caso, un nuevo repunte del crudo sería señal de buenas noticias.