El Gobierno interviene para frenar la guerra del depósito
El Gobierno ha aprobado el decreto que impondrá una tasa especial para los depósitos de alta remuneración, y ha ido mucho más allá de lo esperado. Aportarán cinco veces más al fondo de garantía, cuando inicialmente planteó que fuera el doble. También aumentará el control de los salarios en la banca.
El Gobierno ha endureciendo sus tesis iniciales. Aquellas entidades que paguen una remuneración por encima de mercado aportarán más al fondo de garantía de depósitos. "Los depósitos más rentables acaban trayendo créditos más caros para todos", explicó el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba. Como informó CincoDías.com el pasado 13 de abril, el ministerio de Economía, a instancias del Banco de España, exigirá aportaciones adicionales si ofrecen por encima de unos umbrales de rentabilidad. De hecho, tendrán que pagar cinco veces más que los depósitos con rentabilidades que no excedan los tipos considerados de mercado.
Los límites
Así, serán penalizados los depósitos a más de tres meses pero a menos de un año que paguen un rendimiento anual superior al euríbor medio a seis meses más 150 puntos básicos (actualmente el límite estaría situado en el 3,214%). Los de igual o más de un año que abonen el euríbor medio a 12 meses más 100 puntos básicos (ahora, equivaldría a un 3,137%) Los de tres meses o menos que paguen el euríbor medio a tres meses más 150 puntos básicos (2,934%). Y, por último, las cuentas que paguen más del euríbor medio a un mes más 100 puntos básicos (2,223%).
La medida no es una mera advertencia al sector, sino que supone una auténtica intervención en el mercado. La diferencia entre amoldarse o no a los límites oscila entre el 0,06% y el 0,5% del importe de la liquidez. Por ejemplo, un depósito a un año al 3,2% tendría un coste adicional del 0,5% para una caja de ahorros; si pagara un 3,10%, el coste adicional sería del 0,1%.
El fondo de garantía de depósitos se nutre de las aportaciones de entidades financieras y su misión es garantizar hasta 100.000 euros por depositante en cada entidad. De entrada, bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito han de aportar al fondo el 2 por mil de sus depósitos, aunque actualmente estas aportaciones se han reducido hasta el 0,6 por mil para los bancos; hasta el 1 por mil para las cajas de ahorros; y hasta el 0,8 por mil para las cooperativas.
La entrada en vigor del nuevo régimen se producirá al mes de su publicación -previsiblemente a lo largo de la próxima semana-, cuando el Banco de España aprobará una circular en la que fijará los tipos de interés mencionados anteriormente y determinará qué instrumentos serán de naturaleza similar o función económica idéntica a la de los depósitos a plazo. Por tanto, el supervisor sellará cualquier resquicio para que las entidades financieras puedan idear fórmulas alternativas para obtener liquidez con tipos por encima de mercado sin tener que estar sometidas a la penalización.
Ventaja para ING Direct y Espirito Santo
Tal y como está formulada la norma, a falta de que se conozcan los últimos detalles cuando sea publicada, no afectará a todas las entidades, pues no interferirá en la actividad de los bancos que no estén adheridos al fondo español de garantía de depósitos, como ING Direct y Espirito Santo.
Y es que la legislación obliga a que todos las entidades bancarias españolas estén integradas en el fondo de garantía de depósitos español, pero la adhesión de las sucursales de entidades bancarias de otros país de la Unión Europea es voluntaria, porque los depósitos quedan cubiertos en su país de origen. La garantía ha de ser también de 100.000 euros por cada depositante.
Control a los salarios
Además, el Ejecutivo ha aprobado un mayor control de los salarios en el sector financiero, tal y como exige Bruselas. Según el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, este decreto trata de paliar la ausencia de regulación de determinados productos bancarios que está detrás de la crisis financiera.
Rubalcaba ha explicado que ahora el Banco de España tendrá la capacidad de regular los salarios de los directivos de las entidades que reciban ayudas públicas, al tiempo que se vigilarán los incentivos que se pagan en la banca para evitar prácticas especulativas.
Además, el vicepresidente destacó que con este real decreto se trata de frenar la "guerra del pasivo" penalizando a las entidades que ofrecen intereses demasiado altos en sus depósitos, y que a su juicio "acaban siendo créditos más caros para todo el mundo".