Verano nuclear en Oriente Medio
La energía nuclear en Oriente Medio podría ser del interés de la energía mundial. Incluso antes de la primavera árabe, la energía nuclear era vista como una prioridad para los gobernantes de la región. La energía nuclear ayudará a los exportadores de petróleo a mantener la estabilidad financiera y ayudar a la oferta global. Pero la reciente y violenta inestabilidad política vuelve esta perspectiva aún más marcada.
El desastre japonés de Fukushima ha colocado a Alemania en el camino de apagar sus reactores. En Italia se ha declarado una moratoria y está previsto una votación popular el 12 de junio sobre el asunto. Pero en Oriente Medio la determinación por la nuclear parece más fuerte que nunca. Irán está cerca de lanzar su primera central. Emiratos Árabes Unidos (EUA) espera que el primero de cuatro reactores esté operativo en 2017 con una oferta de 20.000 millones de dólares otorgada a la surcoreana Kepco. Arabia Saudí aseguró esta semana que tiene el objetivo de construir 16 reactores para 2030 con un coste total de 100.000 millones o más.
Las autoridades de las economías de más rápido crecimiento de la región no ven muchas más alternativas. Por ejemplo, EUA. Está previsto que la demanda de electricidad crezca un 9% cada año durante esta década, según la consultora Freshfields. Una población en crecimiento acorde con una mayor urbanización ha aumentado la demanda de desalinización y de aire acondicionado. Pero el petróleo vale más cuando se vende en los mercados internacionales. EUA todavía dependen del gas de Catar para satisfacer sus necesidades, mientras que Arabia Saudí quema su precioso oro negro.
Asimismo, incrementar la parte de energía nuclear en el consumo doméstico permitiría más ventas de petróleo y gas en el mercado internacional.
La protesta internacional contra la energía nuclear parece que no tendrá repercusión en Oriente Medio. Si los mayores importadores de hidrocarburos están dando la espalda a este tipo de energía, no pueden exigir que los exportadores de petróleo hagan lo mismo.
Por George Hay