La zona euro aprueba el rescate de 78.000 millones para Portugal
Los ministros de Finanzas de la zona del euro acordaron hoy por unanimidad conceder un plan de asistencia financiera a Portugal de hasta 78.000 millones de euros sobre la base de un programa negociado entre la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las autoridades portuguesas.
Según el comunicado adoptado por los ministros, "las autoridades portuguesas se "comprometen a alentar a los inversores privados a mantener su exposición conjunta (a la deuda del país) sobre una base voluntaria", que era una de las condiciones exigidas por Finlandia para dar su visto bueno al rescate de Portugal.
El rescate de 78.000 millones de euros, que cubrirá las necesidades de financiación de Portugal durante tres años, será aportado a partes iguales por el FMI y los dos instrumentos con que cuenta actualmente la UE: el fondo de rescate de los países del euro (EFSF, según sus siglas en inglés) y el fondo garantizado por el presupuesto europeo (EFSM, según sus siglas en inglés).
De esta cifra, 52.000 millones corresponden a los europeos y 26.000 al FMI, que cobrará un tipo de interés por su tramo de entre el 4,25% y el 5,25%. El precio que cobrará la UE no se ha hecho público pero estará por encima del 5,5%, según ha anunciado el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
Como contrapartida de la ayuda, Portugal se compromete a aplicar -gane quien gane las elecciones del 5 de junio- un "duro" programa de ajuste para rebajar el déficit al 3% en 2013. El plan incluye la congelación del sueldo de los funcionarios hasta 2013, la reducción de las pensiones más altas y de las prestaciones por desempleo, recortes en sanidad y educación, disminución del número de ayuntamientos, paralización de grandes obras públicas y privatización de empresas como las energéticas EDP y REN o la aerolínea TAP.
Exigen esfuerzos a Grecia a cambio de reformar su rescate
Los ministros de Finanzas del euro adelantaron hoy que Grecia deberá hacer esfuerzos adicionales de ajuste y reformas si quiere beneficiarse de una mejora del rescate que le fue concedido el año pasado, según explicaron varios de ellos antes de participar en una reunión en Bruselas.
"Debemos trabajar sobre la base de un plan complementario, de nuevas medidas a adoptar en Grecia. Hace falta un compromiso muy claro del Gobierno griego. Sobre esa base, el FMI y la UE podrían trabajar para reforzar aún más las soluciones. Pero lo primero es estar seguros de que el Gobierno griego pueda venir con un programa complementario", avisó el ministro belga, Didier Reynders.
Reynders hizo esta declaración antes de participar en la reunión mensual de ministros de Finanzas de la zona euro (eurogrupo), en la que está previsto aprobar el rescate de 78.000 millones de euros para Portugal y abordar el problema de la sostenibilidad de la deuda de Grecia, que fue rescatada en mayo del año pasado.
El ministro belga explicó que sólo se podrá comenzar a hablar de "cálculos" y "precios" del rescate griego tras constatar el compromiso heleno con mayores medidas.
En la misma línea se pronunció la ministra española, Elena Salgado, quien consideró que la crisis de Grecia debe abordarse respetando el cumplimiento de los compromisos de las dos partes: el europeo de "facilitar ayuda en las mejores condiciones posibles" y el griego de cumplir el programa de ajustes y reformas.
En todo caso, todos insistieron en que antes de valorar cualquier reforma del programa de rescate de 110.000 millones concedido a Grecia es necesario conocer las conclusiones de la misión de la UE y del Fondo Monetario Internacional que se encuentra actualmente en Atenas, como recordó el ministro alemán, Wolfgang Schäuble.
El mensaje coincide con la línea sostenida por la Comisión Europea la semana pasada, cuando el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, pidió a Grecia esfuerzos adicionales y un acuerdo entre todos los partidos para afrontar el reto que tienen por delante.
Según las previsiones económicas publicadas por la Comisión Europea el viernes, el déficit público griego se situará en el 9,5 % en 2011, por encima del 7,6 % pactado; mientras que la deuda aumentará hasta alcanzar el 157,7 % del PIB en 2011 y el 166,1 % en 2012.